Cómo los nuevos avances tecnológicos nos están ayudando a entender mejor el pasado
La tecnología puede ser una buena aliada de la Historia. El análisis de restos de hace cientos o miles de años permite conocer muchas particularidades invisibles al ojo. Pero en los últimos años, el desarrollo de nuevas técnicas y el abaratamiento y perfeccionamiento de otras que ya existían, está creando una auténtica revolución en la investigación histórica.
Lo cuenta el periodista e historiador Jacob Mikanowski en este artículo en The Guardian, donde da muchos ejemplos llamativos. El análisis de restos de carcajes, por ejemplo, permitió confirmar la veracidad de los textos de Herodoto, en los que se afirmaba que los pueblos ascitas los confeccionaban con piel humana de sus enemigos. Uno de los expertos llega a decir que, gracias a estos avances, la Historia está hoy en el mismo lugar en el que estaba la astronomía cuando Galileo empezó a usar el telescopio.