Una encuesta entre 350 especialistas en inteligencia artificial aleja la llegada de la automatización total.
Elon Musk, el multimillonario que fantasea con ser Iron Man, lo expone así: "Si estás manejando un fondo de capital privado y quieres que la inteligencia artificial maximice el valor de la cartera, esta podría optar por comprar acciones de la industria militar e iniciar una guerra". El astrofísico Stephen Hawking, por su parte, asegura que la inteligencia artificial "podría ser el fin de la raza humana". Pero ¿qué opinan los especialistas en la materia? Lo cierto es que los estudiosos de la inteligencia artificial y sus ramificaciones, aquellos que dedican sus días a desarrollarla y conocen de verdad su alcance, no lo ven tan terrible: apenas un 5% considera que los avances en este campo tendrán consecuencias tan extremadamente malas como algunos auguran.
Ese porcentaje pertenece a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale y de la Universidad de Oxford que recogieron las opiniones de 352 científicos, expertos que publicaron artículos especializados en alguno de los dos principales congresos del sector. Aunque también preguntaron sobre cuestiones apocalípticas, en el estudio se centraron en otra cuestión: ¿cuándo harán las máquinas nuestras tareas mejor que nosotros? A juzgar por la opinión de los especialistas, lo más probable es que hasta nuestros bisnietos tengan que aprender un oficio. El promedio de sus respuestas es que las máquinas no sustituirán todos los trabajos hasta dentro de 122 años, lo que nos ubica casi en la lejana década de 2140.
La mayoría de los humanos tendrán que seguir poniendo el despertador por las mañanas para fichar a tiempo, salvo que tu trabajo sea traductor, por ejemplo. Los investigadores preguntaron por profesiones específicas a estos expertos para que pronosticaran cuándo serán superadas por la inteligencia artificial. Las máquinas podrán traducir idiomas mejor que los humanos en 2024; conducir camiones con más eficiencia en 2027; y serán capaces de atender como dependiente en una tienda en 2031. En todos estos casos, se trata de empleos no especialmente bien pagados: que una máquina sea capaz de hacerlo mejor no implica que ese mismo año todos los empresarios vayan a invertir de pronto en robótica para sustituir a sus empleados por máquinas. Sin embargo, el 10% más futurista de los especialistas cree que la total automatización se dará en tan solo 20 años.
Según el promedio de los encuestados, habrá que esperar a la década de 2060 (45 años) para que la computación haya avanzado hasta mejorarnos a todos en todo. "Esto me parece sorprendente dado el progreso que se ha visto en machine learning [aprendizaje automático] desde la última encuesta", explica la autora principal del estudio, Katja Grace, ya que en la anterior encuesta creían que esto se conseguiría entre 2035 y 2050. Es lo que llaman máquinas con inteligencia de alto nivel: realizar cada tarea sin ayuda y de forma más eficiente y barata que los trabajadores humanos.
En cualquier caso, desde el logro tecnológico hasta reemplazar a todos y cada uno de los trabajadores va un mundo, ya que depende de asuntos tan dispares como los intereses de los empresarios o la capacidad para corregir los sesgos sexistas y racistas de las máquinas. En San Francisco acaban de estrenar restaurantes completamente automáticos, sin cocineros ni camareros, pero sigue siendo necesario un empleado para poner orden en la fila y reponer cubiertos y servilletas. El robot que hace pizzas en Silicon Valley es más rápido y eficiente que los trabajadores, pero sigue necesitando la inigualable sensibilidad de unas manos humanas para repartir los trocitos de comida sobre la base.
LOS POLÍTICOS ESTÁN "VOLANDO A CIEGAS"
Los empleos más creativos también están amenazados. Google ya está creando voces humanas y practicando con piezas musicales, las máquinas ganan al póker o al go y ya realizan pinturas tan excelentes que se plantea la necesidad de reflexionar sobre los derechos de autor. Para los expertos encuestados, las máquinas serán capaces de escribir una redacción en 2026, lanzar al mercado un éxito pop en una década y publicar una novela superventas en 2049. Además, la cirugía podría estar en manos robóticas por completo en 2053 y la investigación en matemáticas en 2059.
Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC (IIIA-CSIC), le pone muchos reparos a la encuesta, esencialmente porque a más de 10 o 15 años vista "no hay bases serias científicamente hablando para predecir nada". Por eso, asegura, hay tanta disparidad en las respuestas de los especialistas, porque es probable que cada uno esté pensando en cosas muy distintas. López de Mántaras no cree que vaya a haber una única inteligencia lineal o un solo tipo de máquina que vaya a ir ganando terreno a los humanos. "¿Significa que la mayoría de las profesiones que ahora hacemos los humanos las podrá hacer un único sistema? ¿Se tratará de una única inteligencia artificial de tipo general o de cientos, o incluso miles, de inteligencias artificiales específicas?", se pregunta el investigador.
Estas dudas sobre la realidad actual y futurible de la inteligencia artificial llegan incluso a los más altos ámbitos de decisión. La Academia Nacional de Ciencia de EE.UU. publicó en mayo un estudio sobre el impacto de estas nuevas tecnologías en la mano de obra. Los responsables del trabajo, Tom Mitchell y Erik Brynjolfsson, escribieron en la revista Nature que "los políticos están volando a ciegas" en este aspecto. "Hay una notable falta de datos disponibles sobre cuestiones básicas, tales como: ¿cuál es el alcance de las tecnologías clave, especialmente la inteligencia artificial? ¿Qué tecnologías están ya eliminando, aumentando o transformando qué tipos de trabajos? ¿Qué nuevas oportunidades de trabajo están surgiendo y qué opciones de política podrían crear empleos en este contexto?", exponían los especialistas, criticando la falta de información y transparencia de empresas e instituciones. Así, difícil tomar decisiones o hacer predicciones.
Sin embargo, el debate sobre la robotización ha calado sobradamente entre la población. Según el Eurobarómetro de mayo de 2017, aunque más de seis de cada diez encuestados tienen una visión positiva de los robots y la inteligencia artificial, una proporción aún mayor (72%) está de acuerdo en que "los robots y la inteligencia artificial quitan el trabajo a la gente" y casi tres cuartas partes de los encuestados (74%) coinciden en que debido al uso de robots e inteligencia artificial desaparecerán más puestos de trabajo que los nuevos puestos de trabajo serán creados". Además, el 44% de los encuestados que estaban trabajando en el momento de la encuesta piensa que su trabajo presente podría ser hecho al menos en parte por un robot o la inteligencia artificial. Esas sustituciones son algo que ya está pasando, pero no podemos soñar con que los robots nos vayan a jubilar en breve. Ni siquiera a nuestros nietos, según el estudio de Katja Grace.