LA INVESTIGACIÓN EN ESTADOS UNIDOS Y EUROPA OCCIDENTAL<br>
Un análisis práctico y objetivo en torno a los esfuerzos políticos, económicos y sociales realizados
Reseña realizada por María Guadalupe Calderón Martínez<br>
Universidad Nacional Autónoma de México
Esta obra promovida por la Fundación Iberdrola, fruto del trabajo de Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez, constituye un segundo libro que complementa al publicado en 2005 "Desarrollo tecnológico e investigación científica en España. Balance provisional de un esfuerzo insuficiente de catching up". Si bien ambos trabajos examinan condiciones institucionales y culturales, que favorecen o dificultan la innovación en cada comunidad, la perspectiva a la que responden es distinta.
La primera parte del libro, explora temas y conceptos de carácter general de las comunidades de innovación, haciendo una clara referencia histórico-dinámica del tema Estados Unidos. Poniendo de manifiesto las claves de éxito, pero abordando la problemática de su experiencia, para en todo caso ser vista como un valor referencial.
En su primer capítulo los autores sientan las bases temáticas, apuntando por ejemplo la dosis considerable de imitación mezclada en la innovación, y que el producto de la innovación, tiene que encontrar su sitio entre otros productos que no suelen desaparecer.
Por otro lado, nos señalan la carencia de innovadores, gente con ciertas capacidades y disposiciones, que requiere entrenamiento y cultivo en un medio adecuado en el seno de una comunidad en la que, previamente, haya una masa crítica con tales hábitos, capacidades y disposiciones. Pero, por la propia naturaleza de su actividad, sus integrantes están abocados a disentir unos de otros, e incluso pueden convertirse en una comunidad patológica que llegue a la neutralización o, en el mejor de los casos, a la expulsión de los innovadores.
Se menciona en general, la tendencia a encontrar organizaciones y comunidades de innovación en las concentraciones urbanas o suburbanas de poder, riqueza, y status de las sociedades contemporáneas de tipo occidental; con matices como las diferencias en los sistemas educativos, desde el medio ambiente en que se ubican, hasta el modo de establecer la relación docente alumno-profesor a partir de un mecanismo motivacional mutuo.
En el segundo capítulo, aparece el gran salto adelante de la universidad americana después de la guerra civil, y cómo en el proceso influyen el gobierno pero sobre todo, la prosperidad económica y el dinamismo de la sociedad, acompañados de procesos culturales propicios. Desarrollando un mundo de universidades privadas con una financiación a cargo, en parte, de las actividades filantrópicas de empresarios, que las dirigen bajo un concepto non- profit, pero también no- loss. Así nos explican como todos los agentes toman decisiones, arriesgan sus recursos y rentabilizan sus éxitos o viven con las consecuencias de sus equivocaciones.
Explican como la intervención del gobierno, aunque limitada, puede tener una importancia estratégica decisiva para la investigación durante la Segunda Guerra Mundial y el establecimiento de una sociedad entre gobierno, industria y universidades. Siendo un determinante básico las fundaciones privadas, se forja un contrato tácito entre todas aquellas organizaciones, posibilitando la movilización de la comunidad académica en el esfuerzo de la guerra. El gran diseño estratégico implícito, abarca la ciencia básica contando con gran flexibilidad en la organización de la investigación, imponiendo el respeto de la autonomía profesional y apostando por la mejor ciencia disponible sin prejuzgar los resultados.
Los problemas y defectos importantes sobre los que se habla son la masificación, la depreciación de los títulos y como los profesores tienden a primar su trabajo de publicación. Asimismo, en cuanto a la investigación, el inconveniente parece encontrarse en la diferenciación pudiendo provocar el exceso de subespecialidades o la construcción de sectores autoprotegidos de la competencia. Por otro lado, algunos consideran el peligro de la comercialización, y otros los riesgos inherentes en el aumento de la participación del gobierno en los gastos de investigación.
El capítulo titulado "Las actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) privadas y su núcleo", pone de manifiesto que los avances de la ciencia básica se benefician muchas veces de la investigación vinculada a la utilización o desarrollo de tecnologías preexistentes, por tanto el funcionamiento del sistema de ciencia-tecnología-empresa de un país es muchísimo más complejo del que puede hacer creer el modelo unidireccional. Por ello los autores manifiestan que las propuestas en términos de políticas públicas, tendrán que ir más bien en la línea de promover la innovación alentada por el mercado y la experimentación local.
Existen distintas percepciones en la creación de las comunidades de innovación[1], una de ellas pone énfasis en los empresarios, tomando la experiencia Silicon Valley. Si bien se menciona que cada una es distinta, debe dar lugar a una narrativa individualizada que permita obtener algunas claves para lo que puede ser un proyecto. Al analizar el tema del tipo de comunidad y de capital social propios de las comunidades de innovación, conviene tener en cuenta que una comunidad y una red de innovación como el ejemplo estadounidense, requieren el soporte de una vida social compartida. El mundo de los innovadores es una comunidad de individualistas involucrados en una conversación incesante, verbal y a la vez práctica.
En la segunda parte del libro, se presenta un análisis crítico de la política de investigación y ciencia europea, en su versión del discurso político, pero sin olvidar las razones prácticas. Se comienza con un marco de referencia empírico y, especialmente teórico, para proseguir con una descripción de la evolución de la política científica de los últimos cuarenta años del siglo XX. Posteriormente avanza hacia la iniciativa del Espacio Europeo de Investigación en los primeros cinco años del nuevo siglo y la posibilidad futura de una política europea de ciencia, con cambios de perspectiva respecto a una política más realista, menos intervencionista y mas confiada, diríamos flexible a los resultados de la vida científica en toda la extensión de la palabra.
El primer capítulo de esta segunda parte, retomando aspectos clave que impulsaron la investigación científica en los Estados Unidos, como la conjunción ciencia-industria-esfuerzo militar desde la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento de la financiación estatal de la I+D y la enorme cantidad de dinero público para la ciencia, este último factor consolidó las grandes universidades de investigación. Contrastan estos aspectos con la Europa occidental, donde un papel preponderante para el impulso de la I+D fueron las tareas de reconstrucción y consolidación en el conjunto de países europeos.
En esta parte se hace un repaso sobre conceptos como el denominado sistema nacional de innovación, frecuentemente encontrado en el discurso político; los clusters tecnológicos locales o regionales, así como el uso de instrumentos, como son los parques tecnológicos, oficinas de transferencia de tecnología de las universidades, y las redes de competencias. Se habla también del establecimiento de ayudas a la cooperación de universidad y empresas, paralelamente a la tendencia al alza en países de la OCDE en el porcentaje de la I+D efectuada por la universidad pero financiada por el sector empresarial.
Después de un vasto análisis, sobre la trayectoria del modelo estadounidense, y su gasto en I+D abordado desde diferentes metodologías y fuentes de información, contrastándolo con patrones de Europa occidental, así como con datos de la OCDE en materia de gasto en I+D; se habla de los matices de la política científica entintados por uno de los fuertes cambios que se han percibido: la perspectiva sobre la ciencia y tecnología que cuestiona el denominado modelo lineal[2], al tomar en cuenta la complejidad en el número de actores y de interacciones considerados, llegando a distinguir lo que Gibbons y otros propusieron como dos modos de investigación, destacando de ellos el «modo 2»[3] por sus diferencias con el modelo lineal. De estos enfoques, así como el de la triple hélice (industria, universidad, estado) de Etzkowitz y Leytesdorff, se derivan determinadas políticas públicas, especialmente a escala regional.
Para finalizar este capítulo, se discute acerca de las limitaciones del enfoque sistémico y sus fallos, relacionando su misma complejidad con las políticas públicas que del mismo enfoque se derivan, así como la cautela necesaria por parte de las autoridades públicas, al reconocer el abandono del papel por parte del estado como el responsable propietario adoptando un papel más intervencionista, en aras de saber cuáles son los sectores de futuro.
Para dar inicio al segundo capítulo nos muestran en una línea del tiempo, desde los años cincuenta hasta finales de los setenta, diferentes momentos y sucesos de la política de investigación europea, en un primer periodo. Destacando por un lado las iniciativas claramente dirigidas a la investigación básica, y por otro la tensión característica y la resistencia encontrada por una Comisión Europea aspirante a dotar a la política científica de un componente supranacional. Así en un segundo periodo, se definen áreas estratégicas de interés europeo, a las cuáles se canalizarían los recursos del Primer Programa Marco, estableciendo casi definitivamente los criterios que seguiría la Comisión para apoyar unos u otros proyectos de I+D. Llegan así hasta finales de 2002 con la conclusión del Quinto Programa Marco. Vista esta última parte en su conjunto, sobresale el énfasis en la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico, dejando la financiación básica a los estados nacionales, casi abandonado las incursiones en ciencia básica del periodo anterior. Las posibilidades abiertas con los cambios en los tratados comunitarios, dan pie dentro de las consideraciones finales de este capítulo, al análisis de un siguiente periodo.
Como se anticipo, el tercero explica las condiciones económicas prevalecientes en el momento que inician los trabajos para la creación del Espacio Europeo de Investigación. Los medios para implementarla responden a carencias observadas y como resultado de la aplicación de un enfoque sistémico incluso con elementos del modelo lineal. Sus medidas se agrupan en recursos materiales y equipamiento, uso más coherente de instrumentos y recursos públicos, una inversión privada más dinámica, un sistema de referencia común y un paisaje europeo más dinámico y atractivo, sin mencionar un área de valores compartidos.
En este mismo capítulo, se alude a la política de I+D como un elemento decisivo para el crecimiento económico y para preparar la transición a una economía y una sociedad basadas en el conocimiento. Con la llegada del Sexto Programa Marco, que entre sus encargos estratégicos encuentra la construcción del ERA, se utilizan nuevas figuras de colaboración, así como proyectos de escala mucho mayor utilizando como instrumento la colaboración entre programas nacionales. Posteriormente, se retoman las ambiciosas metas fijadas en el consejo de Lisboa y todavía más en el de Barcelona 2002, donde el énfasis recae en el papel del sector empresarial, que habrá de financiar dos tercios del gasto en I+D por el año 2010. Y nos comentan que tradicionalmente uno de los temas menos desarrollados es el papel de la Unión Europea en el estímulo de la investigación básica en Europa, así como el papel de la universidad. Describiendo en este punto respectivamente, la creación del European Research Council (ERC), y, por otro lado, los alcances del proceso de Bolonia, a través de una enérgica comparación de las políticas, gestión y trayectoria del sistema universitario (en materia de educación superior e investigación) en Estados Unidos.
Se establece en el cuarto y último capítulo, el relanzamiento de la estrategia de Lisboa en lo que toca a la sociedad del conocimiento, ante el estrecho avance en el cumplimento de sus objetivos. Una de las partes más importantes a destacar es el Séptimo Programa Marco 2007-2013, del que se presume será bastante distinto a los anteriores, sin embargo a decir de los autores no romperá con la tradición de orientar la financiación hacia la investigación aplicada. A nivel de proyecto, se abordan las ideas que plantearían la importancia de un futuro Instituto Europeo de Tecnología, con el fin de concentrar recursos en una institución que sirva de modelo de referencia para servir de guía sobre los cambios a largo plazo. Que conjuntamente con las tendencias político-económicas de la Unión Europea lleven a los países a la absorción de las ventajas de modelos exitosos que han sido ya adoptados como el caso de Reino Unido e Irlanda.
En cuanto al planteamiento general de la obra, sin duda como muy atinadamente señalan los autores, la discusión sobre la experiencia estadounidense, puede ser un signo del dinamismo de su sistema universitario, o de su decadencia. En resumen se nos presenta un análisis práctico y objetivo en torno a los esfuerzos que a nivel político, económico y social, se han llevado en aras de "...hacer de Europa la economía más competitiva del mundo hacia el año 2010".
Indudablemente "Innovación e investigación en Europa y América", resulta un libro enriquecedor y por demás recomendable que proporciona de manera ágil y sintética un claro panorama sobre los antecedentes y la actualidad, en materia de educación superior e investigación de las instituciones, concretamente de Estados Unidos y Europa occidental. Por otro lado, plantea una sustentada crítica a los mecanismos aparentemente infructuosos, establecidos por los diferentes agentes, que en sus respectivos momentos históricos han intentado llegar hasta el sistema universitario europeo, los modelos exitosos del ya mencionado país. Aquí, me permitiría adicionar a su planteamiento que, desde mi particular punto de vista, ningún esfuerzo resulta nulo. Sobre todo si consideramos que el medio ambiente en que nos encontramos inmersos ofrece un abanico cada vez mayor de oportunidades y retos positivos, pero también trae consigo amenazas, cambios radicales y fuerte resistencia. Si bien hoy día la integración económica en Europa es una realidad, también lo es la diversidad de ambos contextos vistos desde su cultura, tamaño e idiosincrasia.
Finalmente, cabe aclarar que si a primera vista surge curiosidad por averiguar como se lograría contrastar América de forma homogénea a decir del título, y aunque la razón resulta obvia, el lector encontrará que en el contenido se habla solamente sobre un país de ese continente.
[1]Cabe definir una comunidad de innovación como un conjunto de organizaciones económicas y culturales que operan en un territorio de dimensiones relativamente reducidas, tienen un grado importante de interdependencia en sus actividades, cuyo resultado es un proceso de innovaciones en relación con una gama determinada de productos y servicios.
[2]Entendimiento de la relación entre ciencia, tecnología y crecimiento económico según el cuál los científicos producen ciencia básica, los técnicos e ingenieros se las empresas la aplican a las circunstancias y necesidades concretas u desarrollan las tecnologías adecuadas para esas circunstancias y necesidades.
[3]Propio de sistemas de innovación más interdisciplinares, plurales y en red, en los que la investigación se produciría más en la fase de aplicación, desdibujándose las fronteras entre la investigación básica y la aplicada.