Viajamos por el espacio a bordo de una gran roca llamada Tierra. En ella, cada mineral nos cuenta un secreto sobre la formación planetaria.
Esta semana, astronautas e ingenieros espaciales desvelarán algunos de estos secretos durante el curso de formación geológica en campo de la Agencia Espacial Europea (ESA), que los preparará para la futura exploración de la Luna, Marte y distintos asteroides.
La tercera edición de la campaña Pangaea, que debe su nombre al antiguo supercontinente, permitirá a los participantes conocer mejor la geología planetaria, recoger y documentar muestras rocosas de interés y evaluar los lugares con mayor probabilidad de albergar rastros de vida en otros planetas.
Los principales geólogos planetarios de Europa enseñarán a los astronautas a mirar con ojos de geólogo para ver, sentir y entender cómo está hecho nuestro Sistema Solar.
De la recogida de muestras a la interpretación de imágenes por satélite y el trabajo con herramientas robóticas, la tripulación aprenderá cómo sacar el máximo partido a los mundos desconocidos.
"Queremos dotar a los futuros exploradores de las mejores habilidades en materia de geología. Pero, sobre todo, queremos ayudarles a tomar decisiones informadas, simplificar su trabajo y cualificarlos para que puedan proporcionar datos y muestras de valor a los científicos", explica Loredana Bessone, directora del proyecto Pangaea.
"Cada año hacemos más y mejor. Estamos desarrollando y probando nuevas herramientas para dar soporte a los paseos espaciales durante las salidas de exploración geológica", añade.
UNA CLASE DE GEOLOGÍA
Las lecciones teóricas se complementan con salidas a campo para estudiar en nuestro planeta formaciones similares a las de la Luna, Marte y asteroides. La edición de este año comienza en el cráter Ries (Alemania), ya que uno de los principales temas serán los cráteres de impacto, claves para la exploración geológica lunar.
La semana que viene, el equipo se trasladará a los Dolomitas (Italia) para estudiar capas que revelan un pasado caracterizado por la abundancia de agua. Los rasgos de esta región son similares a los marcianos, lo que daría cuenta de procesos sedimentarios similares en el Planeta Rojo.
La última parada de Pangaea serán los extraños paisajes de Lanzarote (España) en noviembre. Se trata de uno de los mejores lugares de la Tierra para comprender la interacción de la actividad volcánica con el agua: dos factores clave para la búsqueda de vida.
"Nuestro objetivo es integrar la ciencia y las operaciones, y encontrar el equilibrio ideal para las próximas misiones", afirma el director del curso, Francesco Sauro.
TRABAJO EN CADENA EN UN TUBO DE LAVA
"Queremos implantar un sistema para que astronautas y científicos se comuniquen y compartan datos en tiempo real, lo que agilizará el proceso de toma de decisiones. Las rutas geológicas también serán similares a futuras misiones a la Luna".
Los participantes en el curso incluyen al veterano astronauta de la ESA Thomas Reiter, al cosmonauta de Roscosmos Sergei Kud-Sverchkov y al director de la iniciativa Spaceship EAC, Aidan Cowley.
El blog de Pangaea ofrece información sobre el desarrollo de la campaña. También hay disponible información contextual aquí.