Hace 90 años un edificio de ocho plantas fue girado 90° sin que se detuviera la actividad en su interior
En 1929 la Indiana Bell Telephone Company compró la Central Union Telephone Company y el edificio donde estaba su sede. La idea original que tenían era demolir el edificio para construir una sede más grande, en vista de que el teléfono se volvía cada día un medio de comunicación más popular.
Sin embargo, en lugar de derribar el edificio, el arquitecto Kurt Vonnegut (padre del escritor de mismo nombre que años más tarde escribiría libros como Matadero 5) propuso girarlo 90°. Con eso evitarían tener que cortar las comunicaciones telefónicas durante el tiempo que durasen las obras de demolición y reconstrucción.
Para hacerlo levantaron el edificio del suelo con ayuda de gatos hidráulicos. Después, empleando hormigón y troncos de árbol, crearon una superficie sobre la que se iría apoyando temporalmente el edificio. Finalmente, mediante rodillos hidráulicos el edificio se fue girando, desplazándose cerca de 40 centímetros por día. El proceso entero duró 34 días, durante los cuáles los trabajadores siguieron realizando sus labores.
Si queréis más detalles sobre esta historia, podéis leerlos aquí en el feed de Twitter de Pedro Torrijos, o en este artículo en Archdaily.