Un árbol tropical tiene una curiosa y poco discreta forma de dispersar sus semillas
Al alcanzar la madurez, los frutos del árbol Hura crepitans, una especie de árbol originaria de zonas tropicales del continente americano, explotan con gran estruendo. La gran velocidad a la que salen disparadas las semillas (que puede superar los 200 kilómetros por hora) hace que se dispersen de forma muy efectiva.
Además, esta especie produce un látex tóxico que es usado por los pescadores de la región y su corteza está recubierta de pinchos, por lo que en algunos países de habla inglesa se le llama monkey no-climb [mono no sube].
Foto de portada: Paul Bolstad.