En el primer semestre de 2017 murieron 32.000 personas más de las que nacieron.
Desde el primer semestre de 2015, mueren en España más personas de las que nacen. Sin embargo, durante los primeros seis meses de 2017 el saldo entre defunciones y nacimientos fue el más negativo de los últimos tres años, al alcanzar por primera vez una pérdida récord de 32.132 personas. Así lo refleja el informe sobre Movimiento Natural de la Población difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto, de enero a junio de este año se produjeron en España 187.703 nacimientos, un 6,3 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior, consolidando así la tendencia decreciente que se inició en 2008 y que solo se detuvo en 2014, con un leve incremento de la tasa de natalidad.
En el mismo periodo fallecieron 219.835 personas, un 4,5% más que en el mismo periodo de 2016, por lo que la brecha entre muertes y nacimientos se acentuó al situarse por primera vez por encima de las 30.000 personas. Este dato es el que los expertos en demografía denominan como 'saldo negativo del crecimiento vegetativo de la población'.
5.000 PERSONAS CON MÁS DE 100 AÑOS
"España tiene que acostumbrarse a convivir con esta realidad porque a partir de ahora el saldo será negativo. Además es muy normal en los países demográficamente avanzados. Ocurre también en Alemania desde la década de los 80 y pasa en muchos países europeos", aseguró Teresa Castro, demógrafa e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien subrayó que el principal factor de crecimiento de la población en estos países desarrollados es "la inmigración".
Entre las razones que explican esta pérdida de población, el INE destaca que "los primeros semestres de cada año se caracterizan por tener una mayor mortalidad y menor natalidad que los segundos". Sin embargo, Castro señala que la tendencia está muy clara y se debe sobre todo al aumento de la esperanza de vida y de una baja tasa de fecundidad. En solo un año, la esperanza de vida al nacer de la población española ha pasado de los 82,7 años a los 83,1 y las personas centenarias han pasado de las 4.139 en 2016 a las 5.289 en enero de 2017.
El número de nacimientos por contra disminuyó en la primera mitad del año en todas las comunidades autónomas. Solo en la ciudad autónoma de Melilla se produjo un leve incremento de la natalidad los primeros seis meses del año (1,2%). Castilla y León (-9,4%), Castilla-La Mancha (-8,2%) y la Comunidad de Madrid (-7,9%) registraron los mayores descensos de nacimientos. La caída en el número de recién nacidos se produjo tanto en madres españolas (-6,76%) como en madres extranjeras (-4,05%).
"Las generaciones que ahora tienen hijos son más pequeñas que en el pasado", recalcó Castro, doctora en sociología que ha dedicado su carrera investigadora a estudiar las causas y consecuencias de la baja fecundidad en la Europa mediterránea.
La tasa de fecundidad (el número de hijos por mujer) aumentó un 0,33% en 2016 con respecto al año anterior y se sitúa en 1,34, pero se encuentra lejos de los 1,44 hijos por mujer que llegó a alcanzar en 2008. La edad media de la maternidad también ha aumentado y se sitúa ya en los 32 años. "Los años previos a la crisis hubo un aumento de la natalidad pero con la recesión volvió a bajar. Esto demuestra que el factor económico y el empleo condiciona la tasa de nacimientos", comentó Castro, quien señaló que los países con mejores índices de natalidad, como los nórdicos, "cuentan con políticas sociales, de empleo e igualdad que favorecen la conciliación y mejoran el número de nacimientos".