Este comportamiento de sueño de los elefantes marinos se produce durante los siete meses que están en mar abierto y se ha conocido gracias a una nueva herramienta de monitorización remota para detectar el sueño en el mar
Los animales salvajes tiene diversas estrategias para conjugar la necesidad de dormir cada día con el riesgo de depredación.
Un estudio con participación de la Universidad de California (EE.UU.) que publica Science analizó con ese nuevo sistema los comportamientos de sueño de elefantes marinos del norte (Mirounga angustirostris).
10.000 kilómetros
Esta especie de foca emprende viajes para buscar alimento en el océano que duran siete meses y alcanzan más de 10.000 kilómetros.
El sistema registró de forma no invasiva la actividad cerebral, la frecuencia cardíaca y el movimiento espacial tridimensional de los elefantes marinos en un entorno de laboratorio y entre ejemplares salvajes en la bahía de Monterrey, en California.
Los elefantes marinos, según comprobó el equipo, hacen siestas cortas, de unos 10 minutos, durante las que mantienen la respiración y se sumergen varios cientos de metros, en profundidades a las que no suelen llegar sus depredadores.
En esa segunda fase, caracterizada por el movimiento ocular rápido, las focas se giran boca abajo en lo que el estudio describe como una “espiral de sueño”, tras lo que despiertan y vuelven a la superficie.
Esta estrategia permite a los animales entrar en un sueño REM completo, pero a profundidades que reducen el riesgo de depredación.
Este patrón de sueño se mantiene los siete meses que pasan en mar abierto; el resto del año están en las playas, durante la época del cría, cuando sus costumbres cambian radicalmente y duermen hasta diez horas diarias.
Competir por el récord de menos sueño
Los datos de inmersión muestran que los elefantes marinos bucean constantemente, por eso el equipo pensaba que debían estar durmiendo durante lo que se llama inmersiones a la deriva, cuando dejan de nadar y se
hunden lentamente, “pero realmente no lo sabíamos”, dijo Daniel Costa, uno de los firmantes del estudio de la Universidad de California.
“Ahora, por fin podemos decir -destacó- que definitivamente duermen durante esas inmersiones, y también descubrimos que, en general, no duermen mucho en comparación con otros mamíferos”.
De hecho durante esos meses en el mar compiten por el récord de menos sueño entre todos los mamíferos, actualmente en manos de los elefantes africanos, que parecen dormir solo dos horas por día según sus patrones de movimiento.
Los elefantes marinos son muy vulnerables ante predadores como los tiburones y las ballenas asesinas cuando están en la superficie de aguas oceánicas abiertas, por eso solo pasan un par de minutos respirando fuera entre sus inmersiones.