En la cima del volcán Tolbachik, han descubierto un mineral de un intenso color azul con una conductividad iónica que le haría ideal para las baterías
Su fórmula química es Na10CaCu2(SO4)8, pero le han bautizado como "Petrovita" en honor a Tomas Petrow, un destacado cristalógrafo y profesor de la Universidad de San Petersburgo (SPbU), la misma universidad a la que pertenecen los investigadores que han realizado este nuevo descubrimiento. Si Petrov revolucionó el mundo de la joyería con una nueva técnica para crear malaquita, ellos pretenden innovar la producción de baterías gracias al nuevo mineral.
La Petrovita, según el estudio publicado en Mineralogical Magazine, es un inusual mineral nunca antes documentado por los científicos. Esta sustancia cristalizada de color azul verdoso se podría haber cristalizado por la precipitación directa de los gases volcánicos.
Según ha explicado el investigador Stanislav Filatov, de la Universidad de San Petersburgo, "el átomo de cobre en la estructura cristalina de la petrovita tiene una inusual y muy rara coordinación de siete átomos de oxígeno". Se trataría de un nuevo tipo de estructura cristalina, nunca antes visto, pero con bastantes similitudes a la Saranchinita, otro mineral descubierto en la zona.
En el corazón del volcán
Su estructura molecular es muy porosa. Entre los átomos de oxígeno, azufre de sodio y cobre, hay una especie de huecos, unos canales que la harían ideal para la conductividad iónica y para su uso como material catódico de baterías de iones de sodio. "En la actualidad, el mayor problema para este uso es la pequeña cantidad de un metal de transición (el cobre) en la estructura cristalina del mineral, pero esto podría ser resuelto sintetizando un compuesto con la misma estructura que la Petrovita en el laboratorio", ha asegurado Filatov.
La Petrovita se ha encontrado en la cima del volcán Tolbachik, en la península de Kamchatka, al este de Rusia. En 1975 tuvo una erupción por fisura, que se repitió a menor escala en 2012. Estuvo "escupiendo lava" durante un año casi seguido. Después se calmó y los investigadores pudieron empezar su estudio.
Las fuerza de las erupciones desgarró el terreno y formó numerosos conos de ceniza, una veta impresionante de depósitos de fumarolas y minerales desconocidos. Sus grietas destacan por su diversidad mineralógica. De hecho, en los últimos años, ha creado 130 nuevos minerales, todo un récord.