El magnetismo de una molécula recién diseñada, gracias a un inusual enlace de dos tierras raras, es tres veces más intenso que el imán más potente conocido hasta la fecha
Un equipo de investigadores encabezado por Colin Gould, de la Universidad de California, y en el que participa Daniel Reta, de la Universidad del País Vasco, ha diseñado una serie de sustancias con dos átomos de tierras raras, como el disprosio o el terbio, entre los que se sitúan tres átomos de yodo en configuración triangular, según publica la revista científica Science.
Esos dos átomos metálicos están ligados mediante un enlace directo que atraviesa el triángulo de yodo. Ese enlace es, precisamente, el responsable de un intenso magnetismo que, además, supondría el primer ejemplo de enlace directo entre dos átomos de tierras raras en el interior de una molécula.
Las tierras raras son elementos llamados metales de transición que se encuentran en la parte central de la tabla periódica. Suelen contener electrones no apareados, y esto los hace especialmente indicados para formar imanes permanentes.
Almacenamiento de datos
En teoría, es posible conseguir imanes muy potentes si se enlazan estas tierras raras a metales como hierro o níquel, pero hasta ahora no existía ninguna sustancia con tierras raras enlazadas directamente. En la molécula recién descubierta existe un enlace de este tipo, pero es tan débil que los dos átomos de metal tienen que estar unidos por tres átomos de yodo para que sea estable.
Los científicos midieron la fuerza del magnetismo molecular utilizando, entre otras cosas, la llamada fuerza del campo coercitivo, que indica la intensidad que debe tener un campo magnético externo para superar el magnetismo interno de una sustancia. Con dos átomos de terbio en la molécula y a una temperatura de unos 60 Kelvin (-213ºC), la coercitividad superaba los 25 Tesla, más de tres veces el récord anterior de 7,9 Tesla de los imanes de neodimio.
Estos imanes moleculares superfuertes son muy interesantes para el almacenamiento de datos basados en materiales magnetizables, como los discos duros, y también podrían ensamblarse imanes más grandes para aplicaciones técnicas.