• Tristezas

    ¿Qué es la ciencia sin fe? Corcel sin freno,
          a todo yugo ajeno,
    que al impulso del vértigo se entrega,
    y al través de intrincadas espesuras,
          desbocado y a oscuras
    avanza sin cesar y nunca llega.

    ¡Llegar! ¿Adónde?... El pensamiento humano
          en vano lucha; en vano
    su ley oculta y misteriosa infringe.
    En la lumbre del sol sus alas quema
          y no aclara el problema,
    ni penetra el enigma de la Esfinge,

  • En la playa, con música de geometría

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    La Geometria è bianchissima.
    Dante

    La Mente, el Orden que nos hace, se hizo
    para los dos patente: lengua viva.
    Susurrada espiral en ola, cauda
    del viento por los conos de las grímpolas,
    lunar esfera balbuciendo plata,
    triángulo que en tu vientre yo tañía...
    Era el origen desvelado, era
    la voz de niño de la Geometría.

  • Última prueba nuclear

    Y el hombre, solo,
    se restregó los ojos, como al alba.
    Miró asombrado las cenizas,
    la luz con sangre en pestilentes charcas,
    las nubes negras y el terror del pájaro,
    y pensó en su mañana.
    No echó de menos sobre las ruinas
    más que la compañía de la amada.
    Mundo suyo, tan virgen como el aire,
    desierto de caminos y palabras.
    Las sepulturas de los otros hombres
    nunca sabría dónde estaban.
    La vida sonreía en torno
    igual que una cerrada llaga.
    Leyó en la palma de su mano
    un destino de olvido y esperanza.
    Con ramas de los árboles yacentes

  • El sueño

    Estos, pues, grados discurrir quería
    unas veces, pero otras disentía,
    excesivo juzgando atrevimiento
    el discurrirlo todo,
    quien aun la más pequeña,
    aun la más fácil parte no entendía
    de los más manuales
    efectos naturales;
    quien de la fuente no alcanzó risueña
    el ignorado modo
    con que el curso dirige cristalino
    deteniendo en ambages su camino
    -los horrorosos senos
    de Plutón, las cavernas pavorosas
    del abismo tremendo,
    las campañas hermosas,
    los Elíseos amenos,
    tálamo ya de su triforme esposa,
    clara pesquisidora registrando

  • Introducción a la física

    Pensábamos: Después de tanto andar hundiéndonos
    por el barro y la grava de las cosas, y el alto
    enjambre de los cuerpos voladores, al fondo
    será macizo el suelo; la mano, al fin en casa,
    palpará la verdad del volumen inmóvil,
    oiremos, silenciosos, los Números nativos.
    Y entramos, y el temblor y amor de la materia
    la hacía enajenarse, estallar de locura,
    cegándonos y huyendo en máscaras cambiantes
    que dejaban atrás una estela de cifras.
    El duro hueso, el núcleo mismo, se desangraba
    sin fin en un reguero de golpes y ocurrencias.

  • Llega el litio

    Mucha tristeza nunca le humilló
    pero temía el hondo pozo oscuro
    que él envolvió en sus aguas cenagosas.
    Mucho haloperidol; pinchazos de antabús
    probó electroterapia veinte veces
    y salió disparado hacia una vida
    que ahora ya no recuerda: quince años
    hasta que llegó el litio: quince años
    perjudicando a todos los que amaba
    pues gastó su dinero y el ajeno
    en alcohol en viajes y en delirios.
    Pero el litio llegó y está en su sangre

  • A pleno pulmón

    ¡Queridos
                         camaradas       
                                              futuros!
    Revolviendo

  • Poesía matemática

    En las muchas hojas
    Del libro de matemáticas
    Un Cociente se enamoró
    Un día dolorosamente
    De una Incógnita.
    La vio con su mirada innumerable
    y la vio desde el ápice a la base:
    Una figura impar;
    ojos de robot, boca de trapecio,
    cuerpo rectangular, senos esferoides.
    Hizo de la suya una vida
    paralela a la de ella,
    hasta que se encontraron
    en el infinito.
    <<¿Quién eres tú? >> -indagó ella
    con ansia radical.
    <<Soy la suma de los cuadrados de los catetos.
    Pero puedes llamarme hipotenusa >>.

  • Una mano hizo el número

    28325674549      Una mano hizo el número.
                                  Juntó una piedrecita
                                  con otra, un trueno
    con un trueno,
    un águila caída
    con otra águila,
    una flecha con otra
    y en la paciencia del granito

  • Dos del dos del dos mil dos

    Si el inicio total fuera un latido,
    una contracción cardíaca
    tras una gran explosión.

    Si todo fuera sístole y relajación
    de un corazón sideral
    lleno de planetas y estrellas,
    desde el principio hasta el fin.

    Si todo fuera lo mismo
    volviéndose total al mismo tiempo
    y la misma sustancia giratoria
    fuera también sólo energía
    volviéndose materia y vida.

    Y después de una implosión
    volviera el universo entero
    al mismo punto originario
    para iniciar otro latido
    del mismo corazón gigante
    sin principio ni final.