• Armonía y destrucción

    Tan sólo digo: no entiendo.   Algo comprendo. Sí. Poco, desde luego.   Tan sólo la explicación. Y a veces con dificultad.  Pero entender de verdad: no entiendo.   Reconozco mis limitaciones, mi poca capacidad   y reducida concentración. Soy consciente del carácter vidrioso,  crítico y racional de mi intestino y mesenterio,   de la interna contradicción opositiva entre mis dos hemisferios.  Pero miro al cielo por la noche  y sólo digo: no entiendo.   Si no fuera porque existe la Tierra, un punto de luz consciente  en el océano del miedo ¿qué sentido tiene esto?

  • Exagrama

    Previamente saludos
    al corruptible dios de la ciudad,
    operación que hace propicio
    todo cambio de fortuna;
    un soborno,
    para que la respuesta anuncie
    lo que el alma espera.
    Agua sobre agua:
    las seis líneas
    revelan progreso y logro;
    adelante, el cruce del río
    acerca alimento, música.

    Las palabras de ayer y las de hoy,
    aquel rostro y este rostro,
    son iguales. Pero avanzamos
    hacia un bien difuso,
    como un rápido cuerpo de lobo.

  • Teoría de la relatividad

    Me quejo yo que tengo a fin de cuentas dónde
    arrimarme para calentar los tres bajo cero que hace fuera
    y que se nos quieren meter en casa.

    Me quejo yo que tengo este papel
    donde hacerlo.

    Me quejo yo que puedo
    entrar en un poema muerto de frío
    y abrazarme a este verso.

  • Números comparados

    Cuéntame un cuento de números,
    háblame del dos y el tres
    -del ocho que es al revés
    igual que yo del derecho-.
    Cuéntame tú que te han hecho
    el nueve, el cinco y el cuatro
    para que los quieras tanto;
    anda pronto, cuéntame.
    Dime ese tres que parece
    los senos de cualquIer foca;
    dime, ¿de quién se enamora
    ese tonto que es el tres?
    Ese pato que es el dos,
    está navegando siempre;
    pero a mí me gusta el siete,
    porque es un roto en la vida,
    y como estoy descosida,
    le digo a lo triste: Vete.
    Cuéntame el cuento y muy lenta,

  • Colón

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    Y suelta ya, de libertad avara,
    mientras se fija el sol levanta el vuelo,
    y a un tiempo así la humanidad ve clara
    la verdad en la tierra y en el cielo.
    Y entretanto que el sol su curso para,
    de sus entrambos polos roto el hielo,
    la tierra, como fúlgido topacio,
    libre en torno del sol cruza el espacio.

  • Dr. Freud

    Freud soñó que era Dr. Freud   y acosaba a sus aterrorizados pacientes  con las más obscenas preguntas   sobre la vida de los sueños     Al despertar procuró algún significado  para su pesadilla   pero ya era demasiado tarde   le había salido una barba entre canosa y negra  como de sabio   le habían crecido los dientes  muy ansiosos     Y la noche siguiente  al pedirle su mujer   como todos los sábados  que se acostaran juntos   él no pudo menos que preguntarse  cuáles serían los motivos   qué terrible tensión del pasado   se liberaría en ese instante fugaz   

  • De quodam cristoforo colombo mentis

    Y lo de nuestro espíritu es errar en el centro del mar multiplicado
    a veces bajo amasadas nubes de tormenta;
    a veces bajo la luz hondísima de grandes calmas sin vellón,
    en la proa que roza las estrellas y al instante se abisma,
    mas siempre en el presagio de una travesía sin fin hacia la Real
    con las bodegas del ser hasta los topes repletas de silencio
    Sobre el espejo de la mente exfoliada.

  • Cediendo

    A 1,4 millones de atmósferas
    el xenón, un gas, se hace metálico.
    Entre el apretado bisel de un yunque de diamante
    trozos de grafito dentados forman glóbulos
    por efecto de un láser YAG. Nadie
    ha visto carbono líquido. Trata
    de imaginar ese mundo denso
    entre imperturbables diamantes
    cuando la presión aumenta,
    y el entramado de una sal
    sufre, nucleándose en los defectos
    un cambio a un orden más ajustado.
    Trata de ver un hervor de grafito. De
    imaginar una mano, en una prensa,
    en un sótano de Buenos Aires,
    una tosca prensa, fácil de girar

  • Introducción a la física

    Pensábamos: Después de tanto andar hundiéndonos
    por el barro y la grava de las cosas, y el alto
    enjambre de los cuerpos voladores, al fondo
    será macizo el suelo; la mano, al fin en casa,
    palpará la verdad del volumen inmóvil,
    oiremos, silenciosos, los Números nativos.
    Y entramos, y el temblor y amor de la materia
    la hacía enajenarse, estallar de locura,
    cegándonos y huyendo en máscaras cambiantes
    que dejaban atrás una estela de cifras.
    El duro hueso, el núcleo mismo, se desangraba
    sin fin en un reguero de golpes y ocurrencias.

  • Llega el litio

    Mucha tristeza nunca le humilló
    pero temía el hondo pozo oscuro
    que él envolvió en sus aguas cenagosas.
    Mucho haloperidol; pinchazos de antabús
    probó electroterapia veinte veces
    y salió disparado hacia una vida
    que ahora ya no recuerda: quince años
    hasta que llegó el litio: quince años
    perjudicando a todos los que amaba
    pues gastó su dinero y el ajeno
    en alcohol en viajes y en delirios.
    Pero el litio llegó y está en su sangre