Una iniciativa financiada con fondos europeos trabaja para mejorar la conectividad inalámbrica entre las redes y sus usuarios.
La demanda de contenidos y servicios de banda ancha en todo el mundo no deja de crecer a toda velocidad. Pronto, el tráfico de los dispositivos inalámbricos superará al de los sistemas por cable. Ya hoy los vídeos de alta resolución suponen el 69% de todos los datos servidos a los dispositivos móviles, una cifra que se calcula alcanzará el 79% para 2020. A este ritmo, las comunicaciones inalámbricas de corto alcance pronto precisarán velocidades de transferencia de datos del orden de las decenas de Gbps, algo fuera del alcance de las tecnologías inalámbricas actuales.
Un consorcio de investigación respaldado por el proyecto financiado con fondos europeos iBROW logró progresos en cuanto a la mejora de la conectividad entre redes y usuarios de dispositivos inalámbricos. CST Global Ltd, desarrollador de tecnologías semiconductoras del Reino Unido y socio del proyecto, demostró recientemente la viabilidad de transmitir varios gigabits de datos en una longitud de onda de 1 270 nm.
"El objetivo del proyecto iBROW es crear la mejor tecnología de banda ultraancha de radio sobre fibra (RoF) en la banda base de onda milimétrica. El rendimiento de los diodos láser de realimentación distribuida de guía-onda acanalada, en plano y frecuencia reducida de 1 270 nm demostró que es un portador de longitud de onda RoF ideal" explica Horacio Cantu, ingeniero científico de CST Global, en un artículo publicado en el sitio web de Photonics Media.
"Ya habíamos demostrado que la longitud de onda de 1 310 nm era eficaz para la transmisión. Estamos convencidos de que esta tecnología nueva también será viable a 1550 nm y ofrecerá una banda ultraancha de baja latencia que amplía la cobertura hasta los 25 km", añade Cantu.
La tecnología RoF se vale de enlaces de fibra óptica para enviar señales de radiofrecuencia. Sus ventajas sobre las tecnologías existentes incluyen una mayor capacidad de transmisión y aislamiento ante el ruido y las interferencias electromagnéticas. Además, no es necesario pasar por una conversión de digital a analógico, por lo que se reduce la latencia en la transmisión de datos. En su investigación, iBROW emplea la región de los 300 GHz del espectro de radio, en la cual se pueden alcanzar velocidades de transferencia de datos hasta mil veces superiores a lo que es posible hoy en día.
Los avances logrados por el proyecto han sido posibles gracias al empleo de tecnología de transceptores RTD (diodos de túnel resonante). Los RTD son dispositivos semiconductores compactos y de alta velocidad capaces de ejercer como transmisores y receptores. "Se modulan mediante señales electrónicas u ópticas y pueden, además, utilizarse para modular láseres. De este modo podrían emplearse como enlace entre dominios de fibra e inalámbricos", aclara el doctor Abdullah Al-Khalidi de la Universidad de Glasgow, científico puntero en electrónica de los terahercios y coordinador del proyecto. "iBROW ha logrado progresos importantes en la fabricación de RTD de alto rendimiento mediante obleas de silicio", indica.
Los logros de iBROW (Innovative ultra-BROadband ubiquitous Wireless communications through terahertz transceivers) servirán para crear tecnologías RoF de banda ultraancha comerciales, compactas y eficientes en el plano energético, que además cumplan con los requisitos impuestos por las redes de fibra óptica 5G.