Una iniciativa de la Unión Europea (UE) está cartografiando las presas y barreras a lo largo del continente para identificar aquellas que deben ser restauradas o eliminadas. La base de datos podría ayudar a encontrar un equilibrio entre los beneficios económicos y la sostenibilidad medioambiental.
Los esfuerzos para demoler las presas viejas y obsoletas se han intensificado desde la adopción de la Directiva Marco del Agua de la UE en el año 2000. De acuerdo con algunas estimaciones de la red Dam Removal Europe, hasta el momento se han retirado al menos cinco mil obstáculos de distintos tamaños de los ríos en Europa. Sin embargo, este proceso debe gestionarse cuidadosamente para lograr una restauración más eficiente de la conectividad de los ríos.
El proyecto financiado con fondos europeos AMBER ha lanzado recientemente una aplicación gratuita para móviles que busca la implicación de los ciudadanos a la hora de documentar las barreras existentes en los ríos europeos. Los datos recopilados por la aplicación Barrier Tracker se incorporarán al ATLAS europeo de barreras creado por el proyecto AMBER, lo que a su vez permitirá obtener una imagen más clara de la fragmentación de los ríos.
Dicha fragmentación, esto es, la interrupción del flujo de agua debido a la acción humana, puede tener un impacto negativo sobre los ecosistemas. Esto se debe a que las presas y barreras pueden aumentar el riesgo de inundaciones, afectar a la calidad del agua e interferir con los patrones migratorios de los peces. Sin embargo, también pueden ofrecer oportunidades de pesca y ocio, convertirse en una fuente de energía e incluso evitar la propagación de especies fluviales invasivas.
Así, las presas y barreras plantean un dilema. Por una parte, la energía hidráulica generada por algunas de estas estructuras es fundamental para alcanzar el objetivo europeo de un 20 % de energías renovables de aquí a 2020. Esto podría tener como consecuencia la construcción de nuevas presas, así como la rehabilitación de las ya existentes. Una nota de prensa de la organización de conservación RiverWatch sugiere que está previsto cerrar cerca de tres mil plantas de energía hidráulica en los Balcanes. Por otra parte, existen cientos de miles de barreras creadas por el hombre esparcidas por los ríos europeos, muchas de las cuales han sido abandonadas o ya no son necesarias. Estas terminan obstruyéndose con sedimentos, comienzan a desmoronarse y ponen en peligro a las personas y los medios de subsistencia, lo que ha despertado el interés por su eliminación durante los últimos años. Sin embargo, se desconoce en gran medida la magnitud real de la fragmentación de los ríos a nivel paneuropeo debido a que no se dispone de una base de datos completa y fiable de las barreras en los ríos. Una parte importante del proyecto AMBER es la creación de un inventario de barreras en los ríos europeos, el cual se conoce como ATLAS.
Tal y como explica el sitio web del proyecto, el ATLAS permitirá a AMBER establecer un marco común para el cartografiado de barreras, la recopilación y el almacenamiento de datos sobre cualquier tipo de barrera que pueda tener un impacto sobre la conectividad de los ríos, incluida el agua, los sedimentos y los organismos. Asimismo, apoyará la notificación coherente y homogénea de las barreras a lo largo de Europa.
CIFRAS DE PRESAS
En una reciente nota de prensa de la Universidad de Swansea se afirma que los científicos que trabajan en el proyecto recopilaron todos los datos disponibles sobre las barreras fluviales en Europa. A continuación, validaron los datos sobre el terreno, analizando un total de mil kilómetros de ríos. «Los investigadores concluyeron que el número de barreras registradas en las bases de datos existentes tan solo representaban el 3 % del número total de barreras fluviales existentes en Europa». Basándose en sus primeras observaciones, estimaron un promedio de una barrera por kilómetro de río. Los investigadores creen que el ATLAS se convertirá en una herramienta fundamental para priorizar las barreras que deben mejorarse o eliminarse.
En una cita de la revista Nature, el profesor Carlos García de Leaniz, de la Universidad de Swansea, afirma que las presas fueron construidas teniendo muy poco en cuenta el impacto que podrían tener sobre los ecosistemas. El profesor de Leaniz, que coordina el proyecto AMBER, añadió: «No debemos cometer el mismo error al eliminar las presas».
El proyecto AMBER (Adaptive Management of Barriers in European Rivers) en curso combina herramientas cartográficas tradicionales con tecnologías punta como el análisis del ADN medioambiental y la detección remota. Para obtener imágenes y evaluar la conectividad de los ríos, utiliza drones u otros vehículos aéreos no tripulados.
Referencia bibliográfica:
Quirin Schiermeier. 2018. Europe is demolishing its dams to restore ecosystems. Nature. DOI: 10.1038/d41586-018-05182-1