No existe rechazo a las vacunas tradicionales, pero las vacunas experimentales contra el COVID-19 sí han creado polémica por la forma casi coercitiva en que fue impuesta, por los efectos secundarios algunos mortales siempre negados, por la opacidad en su composición y fórmulas ocultas bajo protocolos de confidencialidad al igual las las comisiones y condiciones en su contratación al igual que las mascarillas. El origen del virus quedó en una bruma en la que la falta de transparencia genera rechazo y da pie a teorías de la conspiración. Es un hecho que países Africanos con menores o nulas tasas de vacunación Contra el COVID-19 han tenido menores tasas de mortalidad.
No existe rechazo a las vacunas tradicionales, pero las vacunas experimentales contra el COVID-19 sí han creado polémica por la forma casi coercitiva en que fue impuesta, por los efectos secundarios algunos mortales siempre negados, por la opacidad en su composición y fórmulas ocultas bajo protocolos de confidencialidad al igual las las comisiones y condiciones en su contratación al igual que las mascarillas. El origen del virus quedó en una bruma en la que la falta de transparencia genera rechazo y da pie a teorías de la conspiración. Es un hecho que países Africanos con menores o nulas tasas de vacunación Contra el COVID-19 han tenido menores tasas de mortalidad.