este artículo tiene varios… este artículo tiene varios sesgos de investigación y suena a artículo político-propagandista. Por cada edificio de apartamentos turísticos en Madrid se aísla a los ancianos para echarlos de sus casas y conseguir más bloques, se echa a los vecinos. Cuando se echa a los vecinos cotidianos se pierden todos los negocios del barrio: las librerías para libros del cole de los niños y objetos cotidianos de todos, los negocios pequeños de muebles, los artesanos de mantelería y sabanas de las casas, los quioscos de periódicos del señor que baja todos los días a por sus noticias. Se cierran montones de negocios familiares y de pequeñas empresas que dan trabajo a mucha gente y construyen barrio y ciudad. Cada 14 apartamentos crea 11 puestos de trabajo de un restaurante malo de comida rápida y cara, pero ha matado cientos de puestos de trabajo buenos, de calidad humana y de servicio y que antes eran duraderos. Hay que volver a las ciudades para vivir no para que nos turisteen. La normativa europea va encaminada ya a que todo el turismo sea sostenible porque es insufrible lo que se ha vivido en otras ciudades que ya se empobrecieron gracias a ese tipo de turismo horrible y de bajo coste que se impone ahora en Madrid y en otras ciudades. La gente sigue sin aprender la lección: cuando basamos todo en el ladrillo y el turismo, nos arruinamos, somos vulnerables y estamos a expensas de otros. Un poco de turismo es bueno, sólo un poco, lo demás sobra, por mucho empresarios oportunistas intenten hacernos pensar lo contrario. Muevanse por el centro de verdad y verán lo que les dice la gente de verdad del barrio, todo lo que han perdido, para convertirse en calles de bares-franquicia con cocinas fantasma o freidoras de aire. Reply