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La cámara lunar de última generación se pone a prueba en Europa

Cuando los astronautas regresen a la Luna, tomarán más fotografías de la superficie lunar que ningún ser humano antes. A fin de diseñar la mejor cámara para esta labor, astronautas y científicos europeos están colaborando con el equipo de imágenes del programa Artemis de la NASA

Los ingenieros de la Cámara Lunar Universal Portátil (HULC) han trabajado con la ESA en los paisajes de tipo lunar de Lanzarote (España) para poner a prueba la nueva cámara durante el curso de formación PANGAEA.

Este programa de formación geológica prepara a los astronautas para que se conviertan en científicos de campo eficaces en futuras misiones a la Luna. Durante el mismo, una tripulación internacional puso a prueba las capacidades de la cámara en escenarios realistas de exploración geológica.

Durante las excursiones geológicas, los astronautas documentan su trabajo de exploración utilizando el Libro de Campo Electrónico de la ESA, una herramienta con la que los instructores de geología de PANGAEA pueden seguir las evoluciones de la tripulación, así como prestarles apoyo, desde la sala de ciencias. Este año, el equipo científico recibió audio y vídeo en tiempo real.

«Gracias a la incorporación de la cámara lunar, el equipo pudo ensayar de forma realista una exploración de la superficie lunar. Esto mejoró en gran medida su experiencia, y es algo que estaríamos encantados de repetir en futuras ediciones», afirma Loredana Bessone, directora del proyecto PANGAEA.

Una nueva cámara para la Luna

La nueva cámara lunar se ha diseñado a partir de cámaras profesionales estándar con gran sensibilidad a la luz y objetivos de vanguardia. Con vistas a prepararla para el espacio, el equipo de la NASA efectuó diversas modificaciones, entre ellas la incorporación de una capa para protegerla del polvo y del frío —en la Luna, las temperaturas oscilan entre 200 y 120 grados bajo cero—, así como de un nuevo conjunto de botones ergonómicos para que los astronautas, que llevan guantes en sus voluminosos trajes espaciales, puedan utilizarlas.

Uno de los fotógrafos europeos más prolíficos en órbita, el astronauta de la ESA Thomas Pesquet, elogió el diseño de la cámara tras utilizarla en PANGAEA. «Los ingenieros han hecho un trabajo realmente bueno reconfigurando los botones y disponiéndolos a lo largo de una carcasa sencilla pero fiable para la cámara», explica.

La captación de imágenes será clave para documentar los descubrimientos científicos durante futuras misiones a la Luna. Uno de los objetivos de esta edición de PANGAEA era seleccionar los objetivos más adecuados.

Thomas Pesquet, la candidata a astronauta de la NASA Jessica Wittner y Takuya Onishi, de la agencia espacial japonesa, utilizaron la cámara tanto a plena luz del día como en la oscuridad de cuevas volcánicas al objeto de simular las condiciones extremas de la fotografía lunar. 

«La cámara lunar será una de las muchas herramientas que tendrán que manejar en la Luna, por lo que debe ser sencilla de utilizar. El factor humano es muy importante para nosotros; por ello, no queremos que la cámara resulte poco intuitiva y sea una carga para la tripulación», apunta Jeremy Myers, responsable de la cámara HULC en la NASA.

Jeremy revisó la calidad de las imágenes junto con algunos de los mejores científicos en materia planetaria de Europa. «Resultó muy útil contar con el punto de vista de los geólogos para cerciorarnos de que las fotos tenían la resolución, la profundidad de campo y la exposición adecuadas para maximizar los resultados científicos», añade.

Un salto cuántico desde la era Apolo

Los astronautas de la misión Apolo 11 tomaron imágenes icónicas de la Luna con una cámara muy diferente: una Hasselblad mecánica independiente con un objetivo Harrison Schmidt de 60 mm. Durante toda la misión, los astronautas hicieron 1407 fotos con cuatro cámaras de este tipo.

La cámara lunar de Artemis será la primera cámara sin espejo para uso portátil en el espacio. Estos dispositivos ofrecen una excelente calidad de imagen en situaciones de poca luz, lo que las hace muy adecuadas para el difícil entorno de alto contraste existente en la Luna.

La cámara también grabará vídeos, que pueden proporcionar información situacional a los equipos de tierra y ayudar a documentar la exploración de nuestro vecino cósmico más cercano.

Luces, cámara, ¡acción!

Thomas sacó más de 380 000 fotografías en el espacio durante sus dos misiones a la Estación Espacial Internacional. «Pasé mucho tiempo aprendiendo lo que se puede hacer en órbita con las cámaras disponibles. No se trata sólo de apuntar y disparar. En la Luna, no basta con pulsar los botones en modo automático», explica.

La misión Artemis III alunizará en el Polo Sur de la Luna, cerca de cráteres en permanente sombra, donde la tripulación buscará indicios de agua helada. «Las condiciones para fotografiar serán complicadas en muchos sentidos, ya que implican manejar la cámara con los guantes puestos en entornos de muy reducidos niveles de luz y grandes contrastes entre las fuentes brillantes y las oscuras», añade Thomas.

Los futuros caminantes lunares harán fotografías muy diversas, que incluirán desde primeros planos hasta imágenes panorámicas y vídeos. Jeremy pasó una semana con la tripulación de PANGAEA analizando las prestaciones de la cámara en manos de los astronautas.

«Estamos intentando elegir los mejores objetivos para las fotografías de la Luna, así como optimizar los ajustes de forma inteligente. Queremos que los astronautas puedan realizar una imagen detallada de una estructura cristalina en una roca y también captar paisajes usando la exposición adecuada», explica Jeremy.

Las pruebas continúan

Aunque las entrañas de la cámara se mantienen, su interfaz y carcasa no dejan de evolucionar. Una versión del dispositivo se enviará próximamente a la Estación Espacial Internacional para ser sometida a pruebas adicionales.

Los equipos de la NASA han efectuado pruebas exhaustivas enfocadas a los tres grandes retos que el espacio plantea: los efectos de la temperatura, el vacío y la radiación. En la Luna, existe además otro desafío añadido: la naturaleza abrasiva del polvo lunar. El año pasado, se utilizó la cámara durante un paseo lunar simulado de la misión JETT 3 en Arizona (Estados Unidos).

Algunos astronautas europeos de carrera tuvieron recientemente la oportunidad de utilizar la cámara durante una reunión sobre imágenes celebrada en los Países Bajos, mientras que los astronautas de la ESA Matthias Maurer y Alexander Gerst probaron sus prestaciones en el Centro Europeo de Astronautas de Alemania.

«Seguiremos introduciendo modificaciones en la cámara de aquí a la fecha del alunizaje de Artemis III», indica Jeremy. «Estoy convencido de que acabaremos desarrollando el mejor producto posible: una cámara que captará imágenes de la Luna para la humanidad y que será utilizada por equipos de muchos países durante muchos años», concluye.


Fotografía de portada: Thomas Pesquet using the Artemis Moon camera. / ESA.

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