Charles robert darwin1809 - 1882
El nombre que nunca quería.
Sentía mareos de pisar la Tierra.
«Genial», «innovador», «apabullante», «un titán»:
él no quería. Desde el principio
se resistió por todos los medios.
Náuseas, migrañas, hipocondrías.
La escuela, simplemente en blanco.
Disimula, afecta mediocridad, pereza.
Los estudios: insoportables, pesados, repulsivos,
tiempo en vano. No comprende las matemáticas,
no retiene los clásicos, como un cerdo de ignorante
en Historia, Política y Filosofía moral.
Se supone que va a ser médico:
no puede ver sangre.
Lo quieren meter a cura:
no sabe latín.
Un negado. De todo se desentiende,
vacila, elude consecuencias,
le faltan codos y coraje.
El matrimonio: un despilfarro de tiempo.
Los hijos: preferibles a un perro.
Rehúye las diversiones:
son lo peor, lo más horrible.