17.05.2016
Un estudio efectuado por el Instituto de Geociencias IGEO (CSIC, UCM) señala que, a la hora de restaurar y/o conservar un edificio histórico, resulta necesario atender conjuntamente a la información proporcionada por las fuentes documentales y por las técnicas de caracterización empleadas para el estudio de sus materiales de construcción. Este conocimiento otorga un indudable valor patrimonial a estos materiales, en tanto que resultan parte esencial del pensamiento del artífice de la obra y de la ideología del proyecto así como que permite entender su deterioro, proponiendo medidas que ralenticen los procesos de alteración y/o apuesten por su conservación preventiva. De este modo, el conocimiento adquirido posibilita intervenciones más respetuosas, en el inmueble en general y en los materiales en particular.