14.04.2015
Quizás se hayan cruzado por la calle alguna vez con una persona de piel y pelo blancos, una persona con albinismo. Quizás hayan pensado que esta persona deba protegerse del sol, por la blancura de su piel, y deba llevar gafas de sol, para no deslumbrarse, pero que, aparte de estos dos problemas, fácilmente solucionables con cremas protectoras, ropa y gafas adecuadas, quizás hayan asumido que es una persona sin ninguna otra discapacidad obvia. Sin embargo no es así, las personas con albinismo afrontan una discapacidad visual importante, que es el problema que más les afecta en su vida diaria. En el albinismo, de nuevo, confirmamos que, frecuentemente, las apariencias engañan. Lo evidente (falta de pigmentación en piel y en pelo) no es lo relevante, lo importante es lo que no se percibe, sus problemas de visión.