• La eternidad renace

    El aire, ser
                       el aire, el silencioso
    aliento que desprenden los jazmines
    cuando sienten su roce acariciarlos,

    el velamen de vientre satisfecho

    que impele los navíos al

                                  olvido,
    ese lento mirar las sábanas tendidas. ..

    Ser uno con el aire, el aire es siempre
    el espacio que media entre

  • Epsilón-1

    La pintura abstracta, los laberintos geométricos, las absurdas y rigurosas caligrafías de mediums como Sardou, los cálculos vacíos de nuestros juegos, las metáforas inhumanas en apariencia de ciertos poemas, ¿qué son, sino imágenes del sistema atómico que nos sustenta? Antes de la Nueva Física, el hombre ya intuía sus redes, sus órbitas y sus construcciones micros. Lo decorativo llegaba a profundidades que la Metafísica desconocía.

    Alta tensión. Simulación fabulosa de un espacio.
    Pese al orden aparente, creo en otro
    y creo en los desastres como en los milagros:

  • En el espacio

    En el espacio
    blandos buzos lechosos
    estrellas son
                        distancias
    no existe el cielo
    si acaso es Universo
    una profundidad cuadrada
                                             en su silencio
    amenazas de pozos
    sin aguas sin origen sin fondo
    pozos cisterna

  • Gregorio marañóntoledo

    ¿Demócrata? No sé. Soldado raso
    pero no comunero ni insurgente.
    Juró bandera al ocre, alzado enfrente,
    a arreboles de aurora y luz de ocaso

    de Toledo. Tangible y transparente
    un capitán le sonreía al paso,
    mano en el hombro; -«No hubo Garcilaso.
    Yo soy Salicio. Bebe de mi fuente».

    Fue liberal, de libertad la santa
    y liberalidad que se adelanta,
    mas no sólo a decirlo; a serIo, a serlo,
    contra anatema, inquisición, hostigo,
    amenaza, calumnia. Y -hoy creerlo
    me parece ilusión- fui yo su amigo.

  • Teoría

    Observo la flor, observo al niño: la eclosión de
    sus tejidos, nuevos bajo el sol, sus delicados
    colores:
    Dentro de cinco mil millones de años, cuando
    el sistema solar haya hecho explosión, con el
    Díos en su centro,
    Toda esta delicada, fina, infinita paciencia de la
    Naturaleza para formar un pétalo de rosa,
    Iniciándolo como lengua de ángel, apenas
    visible e impalpable, seda de aire asutilada,
    coloreada levemente, levemente perfumada.
    El pétalo que aparece rosado entre las hojitas
    verdes y el cielo azul, verdes de rosa, azul de Dios,

  • Es el momento del tiempo

    Yo, que fui un coleccionista
    de azules y silencios,
    que exploré nebulosas
    de gas condensado por caminos
    oscuros en el cielo y que llegué
    hasta el centro de la espiral de Andrómeda,
    yo que poblé mis sueños
    de estroncio y bario en llamas,
    de cefeidas variables y de estrellas binarias
    de eclipse y prístinos espacios sin más nubes
    que las de Magallanes. Yo, que me volví
    más sabio, pero también más triste,
    cuando comprendí que la inercia, la gravedad
    y electromagnetismo eran los arquitectos
    de mi ser, de toda la materia; yo que tuve

  • Y el esplendor

    Y el esplendor de los mapas, camino abstracto hacia la
            imaginación concreta,
    letras y trazos irregulares abriéndose a la maravilla.

    Lo que de ensueño yace en las encuadernaciones vetustas,
    en las firmas complicadas (o tan sencillas y esbeltas) de
             los viejos libros.
    (Tinta remota y desvaída aquí presente más allá de la muerte,
    ¡oh enigma visible del tiempo, la nada viva en que estamos!)
    Lo que negado a nuestra vida cotidiana viene en las ilustraciones,

  • El corazón

    a Raúl Vacas Polo

  • Fi-2

    Todo este amor, apasionado y tormentoso en apariencia está
    sostenido secretamente por la microestructura de la luz.

  • Underwood girls

    Quietas, dormidas están,
    las treinta, redondas, blancas.
    Entre todas
    sostienen el mundo.
    Míralas, aquí en su sueño,
    como nubes,
    redondas, blancas, y dentro
    destinos de trueno y rayo,
    destinos de lluvia lenta,
    de nieve, de viento, signos.
    Despiértalas,
    con contactos saltarines
    de dedos rápidos, leves,
    como a músicas antiguas.
    Ellas suenan otra música:
    fantasías de metal
    valses duros, al dictado.
    Que se alcen desde siglos
    todas iguales, distintas
    como las olas del mar
    y una gran alma secreta.