La esclerosis múltiple es una enfermedad compleja del sistema nervioso central, mediada por mecanismos inmunológicos y degenerativos. Es la causa más frecuente de discapacidad neurológica no traumática en el adulto joven en países occidentales, habiendo aumentado su prevalencia aún más durante las últimas décadas.
Su tratamiento ha avanzado de forma muy significativa durante los últimos años, con la aparición de numerosos fármacos con diferentes mecanismos de acción. Pero es necesario avanzar más, especialmente en el desarrollo de biomarcadores, que hagan posible una medicina más personalizada, y en el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas, que permitan un mejor control de su componente progresivo.
Los microRNAs son pequeñas moléculas de ARN endógeno que regulan la expresión genética a nivel postranscripcional, controlando así múltiples funciones celulares, y, por lo tanto, con la capacidad de influir y modificar los procesos patológicos de diferentes enfermedades.
En relación con la esclerosis múltiple se ha observado que estas moléculas pueden controlar procesos de neurodegeneración y remielinización, funciones de conservación celular, modulación del sistema inmunológico, o reparación de la barrera hematoencefálica. En concreto, en estudios de nuestro equipo hemos detectado diferentes niveles de tres microRNAs (miR-146a.5p, miR-9.5p y miR-126.3p) asociados con el deterioro cognitivo y la discapacidad física en esta enfermedad.
La determinación y cuantificación de estos microRNAs mediante un sencillo kit de laboratorio permitiría detectar aquellos casos en riesgo de empeoramiento o fracaso de los tratamientos farmacológicos, anticipándonos a posibles secuelas neurológicas, y mejorar así la monitorización de estos pacientes y la toma de decisiones terapéuticas.