Cuando un material es sometido a un campo magnético externo puede verse influenciado por dos fenómenos distintos, aquellos materiales cuyos campos magnéticos internos se alinean a favor del campo externo potenciando su campo magnético interno, y otros cuyo campo magnético interno se opone al campo magnético externo disminuyéndolo. Los materiales en los que domina el primer fenómeno, son materiales paramagnéticos o ferromagnéticos, y aquellos materiales en los que domina el segundo fenómeno, son materiales diamagnéticos. Por tanto, un material diamagnético repelerá a un imán.
Podemos comprobarlo en el grafito pirolítico y un mineral llamado bismuto. Colocaremos primero el bismuto sobre una plataforma que flote en una bandeja llena de agua, al acercarle un potente imán de neodimio se moverá en dirección contraria. Después colocaremos el grafito pirolítico, que es el material con mayor diamagnetismo que existe, por lo que se
moverá más deprisa al acercarle el imán.