Viejos telediarios (1960)
Viejos telediarios (1960), de Joan Margarit, es ejemplo de un tipo de poesía en que se produce un tránsito del discurso poético por el discurso, en este caso, tecnológico. El poema trata de la presencia e influencia de los seres queridos muertos en quienes sobreviven. El barco K 'anclado' en un punto 'fijo' del Atlántico, lanzando de modo incierto señales y ayudándonos con la meteorología, es imagen de la idea central del poema de que la presencia de aquellos que ya no están y a quienes (aún) se ama, cuidan de nosotros y debemos estar atentos a encontrar sus voces allí dónde se forman las borrascas.
En los mapas del tiempo
el punto K representaba un buque
meteorológico que estaba anclado
en medio del Atlántico,
allí donde se forman las borrascas.
Aquellos a los que amas y se llevó la muerte
son lejanas presencias.
Cuidan de ti en algún sentido,
y hasta puede que alcances a encender
en tu interior sus restos oscuros y herrumbrosos.
Busca muy lejos dentro de tu mente,
y habla con tus muertos
allí donde se forman las borrascas.
Barco fantasma en el espejo, al alba,
son las luces del K, que tan pronto surgen
como se hunden, detrás del oleaje.
De 'Cálculo de estructuras', 1932, Visor, Madrid, 2008