Tenemos aquí la Poesía,
La gran Poesía.
Que no ofrece signos
ni lenguaje específico, no respeta
siquiera los límites del idioma, ella fluye como un río,
tan espontánea que ni se sabe cómo fue escrita.
Y al mismo tiempo tan elaborada,
hecha una flor en su perfección minuciosa,
un cristal que se arranca de la tierra
ya dentro de la geometría impecable
de su lapidación.
Donde se cuenta una historia,
Donde se vive un delirio: donde la condición humana se exacerba
hasta la frontera de la locura
junto con Vincent y sus girasoles de fuego.
La sombra de Eva Braun, envuelta en el misterio al mismo tiempo
Fácil e insoluble de su tragedia
Sí, es el encuentro con la Poesía.
(Poesía hecha en el homenaje al poema
Geometría de los vientos de Álvaro Pacheco)