1.- Para empezar esta entrevista, nos gustaría conocer cómo nació su vocación científica.
Me considero a mí mismo una persona muy curiosa y siempre me han apasionado los desafíos. Es probable que mi vocación por la investigación tenga su origen en estos aspectos de mi personalidad.
2.- ¿Cuáles son su formación y trayectoria como investigador?
Mi trayectoria no ha sido rectilínea. Estudié Ingeniería Electrónica en el Politécnico de Turín en Italia y mi principal pasión han sido los sistemas de comunicación ópticos. Los láser, las comunicaciones por fibra óptica y la optoelectrónica me fascinaban. Durante la licenciatura profundicé ampliamente en estos temas y mi proyecto final de carrera se basó en un efecto no lineal propio de las fibras ópticas, que actualmente se utiliza para amplificar la señal óptica en fibras de una forma distribuida.
Cuando terminé la licenciatura, decidí ampliar mi formación y trabajé durante tres años en Telecom Italia Labs, también en Turín, como investigador. Allí, me dediqué no sólo a las arquitecturas de redes ópticas, sino también a las redes de área de almacenamiento. Me lo pasé muy bien, pero no tardé en darme cuenta de que para investigar en serio, necesitaba volver al mundo académico. Fue entonces cuando me incorporé al programa de doctorado de la EPFL (École Polytechnique Fédérale de Lausanne), donde tuve la suerte de tener como tutor a un investigador extremadamente inteligente y a una persona de gran sabiduría, el Prof. Dr. Jean-Yves Le Boudec, que me ayudó a dar forma a mis ideas y trabajo. Me aportó mucho e intento aplicar algunas de las cosas que aprendí durante esa etapa en mis esfuerzos diarios aquí en IMDEA Networks.
3.- ¿En qué circunstancias surgió la posibilidad de venir a trabajar a Madrid?
Tras el doctorado, consideré diferentes opciones como siguiente paso en mi carrera. Tenía varias ideas sobre lo que me gustaría hacer. Mi intención era seguir en el mundo de la investigación, pero me apetecía algo distinto a lo que había estado haciendo durante los últimos cinco años. Buscaba un lugar que tuviera como objetivo la investigación de alta calidad.
4.- ¿Qué es lo que más le ha interesado del proyecto IMDEA y qué determinó su incorporación?
La oportunidad que ofrecía IMDEA Networks me atrajo inmediatamente, ya que respondía a todo lo que me interesaba. Aprecio, en especial, la libertad de escoger el rumbo de investigación y la posibilidad que se nos ofrece de dar forma al presente y al futuro del instituto. Sentí que en IMDEA Networks podía hacer exactamente lo que quería y fue lo que me convenció para aceptar la propuesta del instituto.
5.- ¿En qué líneas de investigación va a trabajar y qué resultados concretos espera alcanzar?
A corto plazo voy a trabajar en las redes ecológicas o Green Networking. Para mí es un ámbito interesante, que abarca varios aspectos de las redes y de la informática, y que plantea una serie de problemas todavía sin resolver de manera satisfactoria. Creo que, en este ámbito, un desafío fundamental consiste en hacer un uso eficiente de la energía sin comprometer la fiabilidad y la calidad de los servicios ofrecidos. Nuestro objetivo es recoger al menos los "frutos maduros", es decir, aquellas soluciones capaces de aumentar la eficacia de las redes sin mermar significativamente la calidad del servicio ni aumentar la complejidad del sistema. De lo contrario, se corre el riesgo de introducir soluciones cuyo coste supere, al final, a las ventajas.
6.- ¿Conocía España antes de su incorporación a IMDEA? ¿Qué es lo que más le gusta de Madrid?
Antes de incorporarme a IMDEA Networks, sólo había estado en Barcelona y la ciudad me gustó mucho. En Madrid me siento un poco como en casa, porque los españoles tienen un carácter muy similar a los italianos del sur y probablemente también porque mi familia es de origen español (aunque lejano). Lo que más me gusta de Madrid (y de España, en general) es el carácter afable y sociable de sus gentes, lo que facilita enormemente a los extranjeros adaptarse a la vida de aquí.
Gianluca Rizzo es un gran aficionado a la fotografía.
Durante su residencia en Suiza, fue voluntario de la Cruz Roja 
