Red neuronal
Piensa en un árbol de baobab,
gigante rico en ramas,
y puéblalo en la imaginación
con miles de diminutos monos;
imagínate cómo trepan,
se balancean, cómo se agarran
entre sí, colgándose de rama en rama;
hasta que se dejan caer,
toman el viento, se juntan, están absortos -
¡piénsalo, oh pobre pensador!
Después saltan de nuevo,
rabiando veloces, pululando eléctricos,
vacilan y se precipitan;
o están allí sentados, simplemente así,
flojos y se rascan soñadores,
hasta el próximo ataque. - ¡Ay del que
quiera describir todo eso!
Ríe, horrorízate, maravíllate,
pero deja, antes de volverte loco,
de reflexionar sobre la reflexión.