La Posidonia Oceánica es uno de los principales indicadores de la calidad de las aguas costeras, ya que funcionan como sumideros de carbono resultando vitales en su contribución contra el cambio climático
La Posidonia Oceanica es una planta acuática endémica del Mediterráneo que forma praderas submarinas llegando a cubrir grandes extensiones de terreno. Dada su condición, necesita de luz solar para su supervivencia, por lo que se encuentra distribuida a lo largo de la costa a profundidades generalmente no superiores a los 40-50 metros. Su crecimiento es muy lento, se calcula que las praderas avanzan a un ritmo de un metro cada 10-15 años. Las praderas de P. Oceanica son un elemento clave de los ecosistemas marinos ya que constituyen el hogar de gran cantidad de especies de algas y diversos millares de especies animales. Su importancia también reside en su papel como bioindicador de la calidad de las aguas ya que no soporta cambios bruscos de temperatura, salinidad ni la contaminación de las aguas, frente a la cual es de extrema delicadeza. Las praderas de P. Oceanica no son solo una fuente de oxígeno (producen 20 litros de oxígeno al día por metro cuadrado) si no que actúan además como sumideros de CO2. La absorción de dióxido de carbono disuelto en el agua, que queda sepultado en sus sedimentos, reduce la presencia de este gas de efecto invernadero en la atmósfera ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.
Se calcula que las praderas de P. Oceanica en el mar Mediterráneo cubren una extensión de unos 50.000 km2, de los cuales el 1.5% se pierde anualmente. La pesca de arrastre, el anclaje de barcos de recreo, la polución y la construcción de infraestructuras costeras son alguno de los factores que contribuyen a su destrucción. Es por esto que, en Europa, las praderas de P. Oceanica figuran como tipo de hábitat prioritario en la Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. También están incluidas en la United Nations 2030 Agenda for Sustainable Development en el objetivo 14 'Conservación y utilización de manera sostenible de los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo sostenible'. A pesar de estos esfuerzos, en la actualidad, no existe una cartografía global y dinámica de las praderas de P. Oceanica en el mar Mediterráneo que sea precisa y accesible. Existe cartografía estática y estudios localizados que no son del todo precisos ya que estas praderas están en constante evolución debido sobre todo a su destrucción.
Las praderas de P. Oceanica, están incluidas en la United Nations 2030 Agenda for Sustainable Development en el objetivo 14 'Conservación y utilización de manera sostenible de los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo sostenible'
Muchos de los métodos empleados son caros y difíciles de mantener, por lo que normalmente se hacen una sola vez, perdiéndose la habilidad de monitorización en periodos cortos de tiempo. Por otro lado, muchos de estos estudios son locales y complejos de obtener a escala global, lo que dificulta un estudio del estado y de la extensión de las praderas de P. Oceanica en el Mediterráneo en su conjunto.
La teledetección multibanda desde el espacio ofrece una herramienta muy potente para recoger información y monitorizar en tiempo real distintas zonas de la superficie de la Tierra. Como parte del programa Copérnico para la Observación de la Tierra, una iniciativa liderada por la Comisión Europea en asociación con la Agencia Espacial Europea (ESA), una flota de hasta 30 satélites se ha estado desplegando como parte de un programa global de monitorización de la Tierra. Entre ellos, están los satélites de las misiones Sentinel (1, 2 ,3 ,4 ,5 ,6) que cuentan con distinta instrumentación abordo para la obtención de imágenes e información espectral de la tierra, océanos y atmósfera. En particular, la constelación de 2 satélites Sentinel-2 permite tomar imágenes de una zona determinada sobre la Tierra a la misma hora del día cada cinco días. Sus instrumentos proporcionan imágenes multiespectrales (imágenes tomadas a distintas longitudes de onda: azul, verde, rojo ...), lo que permite extraer la huella espectral de la P. Oceanica en estas imágenes y aislarla de la huella espectral de otros elementos de su alrededor como puedan ser arena, roca u otras plantas.
Quasar Science Resources, S.L (Quasar) es una empresa de reciente creación que está introduciéndose en el desarrollo de servicios personalizados que requieran del uso de datos de las misiones Sentinel.
La plataforma que está desarrollando Quasar se ha denominado SIMBAD, y en su versión más ambiciosa su uso está pensado para la monitorización de ecosistemas terrestres desde el espacio con el fin de ayudar a hacer un uso sostenible de los mismos. La empresa participa en el programa de incubación de empresas ESA BIC de la Agencia Espacial Europea y la Comunidad de Madrid coordinado por la Fundación Madri+d. Quasar posee unas oficinas en Las Rozas de Madrid y en el Parque Científico de la Comunidad de Madrid desde donde gestiona el proyecto.
SIMBAD, de las siglas en inglés Sentinel Imagery MultiBand Analysis and Dissemination, es nuestra solución al cartografiado y monitorización de las praderas de P. Oceanica haciendo uso de imágenes de las misiones Sentinel. La revisita de cinco días de los Sentinel-2 es el elemento clave que permite realizar una monitorización en casi tiempo real de las praderas. El otro elemento clave es el desarrollo y automatización de una cadena de análisis y la inclusión de algoritmos de Inteligencia Artificial para la clasificación de los distintos tipos de terreno. SIMBAD implementa varias etapas en el proceso de análisis, que comienza con la obtención de las imágenes de Sentinel-2 y termina con la obtención de la cartografía de la Posidonia. Para obtener los índices de reflectancia del fondo marino y poder identificar el tipo de terreno, es necesario corregir las imágenes por la atenuación atmosférica que sufre la luz en su camino a los detectores del satélite, así como aplicar correcciones debido a la cantidad de agua que la luz reflejada en el fondo marino tiene que recorrer hasta que sale a la superficie. Estas correcciones por la columna de agua son el punto crítico para poder extender el estudio a todo el Mediterráneo ya que las condiciones del agua, (trasparencia, salinidad…) son distintas según su localización geográfica. Antes de correr los algoritmos de clasificación de distintos tipos de terreno sobre las imágenes, es necesario eliminar de las de las mismas las nubes, las zonas de mar profundo (profundidades superiores a 50 metros) y las zonas de tierra. Los algoritmos de clasificación son entrenados, y sus resultados validados, con datos conocidos de la distribución de Posidonia, y otros tipos de terreno, para lo cual empleamos cartografía existente tomada sobre el terreno. El proceso de validación nos proporciona el grado de fiabilidad de los resultados cuando aplicamos el proceso de clasificación a aquellas zonas en donde queremos determinar la presencia de Posidonia. El objetivo que buscamos al aplicar todo este proceso a las imágenes satelitales, es disponer en menos de 24 horas desde el paso del satélite por una zona dada, de una cartografía fiable para conocer el estado de las praderas de Posidonia.
En octubre de 2019 Quasar lanzó el prototipo de SIMBADPosidonia, una herramienta que por el momento muestra la cartografía estática de un momento dado en 2019 obtenida para todas las Islas Baleares. El objetivo de Quasar para el año 2020 es incluir en la plataforma los datos de Senitnel-2 desde la fecha de lanzamiento hasta el presente y extender el estudio a otras zonas del Mediterráneo. Confiamos en que este trabajo permita comenzar a evaluar la evolución de este importante ecosistema para hacer un uso sostenible del mismo.
