La prolongación de las trayectorias de vida y el proceso de envejecimiento consecuente -individual y social- ofrecen algunos de los más apasionantes retos a los que se enfrenta la investigación científica en la actualidad. Las preguntas sobre el proceso de envejecimiento, a las que buscamos respuesta desde distintas miradas disciplinares, confluyen en torno a algunas grandes cuestiones.
¿Podemos retrasar el reloj del envejecimiento?, ¿cuáles son los principales moduladores del mismo?, ¿qué es (y cómo logramos) envejecer bien? y, por último, ¿cómo lograr una mayor equidad intra e intergeneracional? Por otra parte, existen algunas cuestiones transversales a todas las preguntas, como son la necesidad de dejar de observar la vejez como una unidad y tener en cuenta la gran heterogeneidad de la misma, la necesidad de observar trayectorias longitudinales y de preguntarse si perfila el género dos formas de envejecer.
La relación entre el tiempo (biográfico, generacional) y la materia biológica plantea diversos interrogantes. Una de las cuestiones centrales en dicha relación es la que se pregunta por los límites de la vida humana, cuestión en la que puede tener un fuerte impacto la investigación relacionada con terapias regenerativas, biotecnología, ingeniería genética o nanotecnología, por ejemplo. Pero también podemos preguntarnos por el inicio de la vejez. ¿Se puede retrasar el inicio de la senectud?, ¿y el ritmo de la misma? A este respecto nos interesamos por los longevos y súper-longevos, por aquellos que han retrasado el reloj, y que pueden ayudar a vislumbrar fenómenos que todavía no son patentes en el conjunto de la población. Por otra parte, la denominada 'compresión de la discapacidad' ha provocado la emergencia -en las generaciones que actualmente transitan la vejez- de un numeroso grupo de septuagenarios con un enorme potencial de vida en salud. ¿Cuál es el potencial mimético del fenómeno por parte de los octogenarios de las próximas generaciones de mayores? ¿En qué medida esta mejoría del funcionamiento humano seguirá produciéndose hasta edades más avanzadas en las próximas generaciones de mayores?
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| Desde diversas perspectivas disciplinares nos preguntamos por la convivencia, la coexistencia y la solidaridad entre generaciones, con una visión intergeneracional integradora |
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Nos preguntamos, también, cuáles son los principales moduladores del envejecimiento. Se ha evidenciado el importante papel del estilo de vida (dieta, ejercicio, etc.), vínculo en la clásica dicotomía entre entorno y genética. Ello lleva a cuestiones sobre la responsabilidad individual para un envejecimiento exitoso y a la relevancia de trayectorias de vida activas y saludables no sólo en la vejez, sino desde edades jóvenes. Pero no se ha de olvidar el entorno como condicionante de las trayectorias de vida individuales. Los hábitos, a través del curso de vida, pueden verse altamente condicionados por el contexto familiar y social, el contexto de políticas públicas o el contexto físico y tecnológico. Nos preguntamos también por el papel de otros moduladores del envejecimiento, como las emociones positivas -la ilusión, los afectos-, o negativas -por ejemplo, el efecto del estrés en el envejecimiento prematuro-. Nos peguntamos, en definitiva, por la importancia de seguir afrontando el futuro, en la vejez, como un espacio de proyección personal.
En las últimas décadas se ha hablado de envejecimiento positivo, activo, exitoso, o con calidad de vida, denominaciones todas ellas que responden a distintos intentos de respuesta a la misma pregunta: ¿qué es (y cómo logramos) envejecer bien? Existe cierto consenso en que la respuesta debe incluir, necesariamente, el estado de salud, pero debe trascender al mismo, si bien el balance entre los distintos 'ingredientes de la receta' es objeto de revisión constante. Uno de los elementos de la misma se relaciona con la actividad (productiva y no productiva) -con numerosas cuestiones abiertas en su relación con la salud, el cuidado y la tecnología- y con la educación a lo largo de la vida. Otro elemento indispensable es la necesidad de entornos integradores (físicos, tecnológicos y sociales). ¿Cómo construimos entornos para distintas generaciones, distintas capacidades, distintos momentos biográficos y distintas trayectorias de vida?
![Preguntas por responder en la investigación interdisciplinar sobre envejecimiento]( "Preguntas por responder en la investigación interdisciplinar sobre envejecimiento")
Desde diversas perspectivas disciplinares nos preguntamos por la convivencia, la coexistencia y la solidaridad entre generaciones, con una visión intergeneracional integradora. Sabemos que las generaciones no compiten entre sí, y que la inversión en unas repercute también en el bienestar de otras, a través de transferencias de diversa naturaleza y dirección. De ahí la necesidad de preguntarse no sólo por la sostenibilidad de los sistemas formales de solidaridad intergeneracional, sino también por su suficiencia y equidad -en busca de equilibrios intra e inter-generacionales-. Respecto a las transferencias informales, las preguntas se centran en torno al cuidado, al papel de la tecnología en el mismo y al distanciamiento entre el cuidado más tecnológico y el prestado por servicios personales, generando, este último, una creciente desigualdad social.
Estas preguntas han sido formuladas por diversos expertos reunidos en el encuentro 'Una mirada interdisciplinar a la investigación sobre envejecimiento', celebrado en la Universidad Menéndez Pelayo, los días 5 y 6 de septiembre de 2016, y organizado por la Fundación General CSIC.
