25.10.2016
La investigación en paleoantropología ha sufrido una revolución durante la última década debido a la fusión entre las técnicas de imagen médica (tomografía computarizada, resonancia magnética) y el desarrollo metodológico de la morfometría geométrica en 3D. Estos avances tecnológicos han permitido, por ejemplo, mirar dentro de los cráneos de nuestros antepasados fósiles y reconstruir las diferentes formas de sus cerebros. A la vez, mediante la morfometría geométrica 3D hemos sido capaces de cuantificar la geometría, las relaciones espaciales de estas estructuras anatómicas y compararlas entre las diferentes especies fósiles de homininos. Y todo ello se ha conseguido a través de una tecnología de visualización muy potente. Sin embargo, hoy en día estamos reconociendo que para comprender la anatomía no solo necesitamos 'mirar', sino también 'tocar'. La impresión 3D lo hace posible.