Fecha
Autor
Carlos Martínez Shaw (Catedrático de la UNED)

Nacimiento, vida, muerte y resurrección de Puerto Deseado

La Real Compañía Marítima de Pesca nació en 1789 de la iniciativa conjugada de los medios mercantiles del litoral septentrional español (singularmente en La Coruña y San Sebastián) y de los medios oficiales identificados con el reformismo económico (agrupados en torno a la figura de Antonio Sáñez Reguart), para la creación de una empresa española de pesca de altura. El artículo n. 2 de la Real Cédula de 19 de septiembre señalaba el objetivo principal de la sociedad: la pesca de todo tipo de especies para salar y curar, así como de ballenas y similares para la obtención de grasa en los mares del dominio de la Monarquía Hispánica en Europa, África y América. Sin embargo, el documento fundacional sólo concretaba de modo específico la actividad de la nueva entidad en el área de Patagonia y en dos vertientes inseparables y complementarias: la pesca de la ballena y, sobre todo, del lobo marino y la obra de colonización de las mismas lejanas tierras.


Carta náutica del Pto de la Soledad en las islas Malvinas. 1774 Museo Naval, sig. 49-A-14

El primer año de vida de la sociedad estuvo presidido por el asentamiento en Puerto Deseado y, en relación inversa, con el progresivo abandono de los otros escenarios previstos para el despliegue de su actividad. En este contexto, poseemos una muy detallada descripción de las coordenadas geográficas del lugar: "Puerto Deseado está situado a los 47 grados y 30 minutos de latitud Sur y 69 grados de longitud Oeste del meridiano de París. Mira la entrada de su Puerto al N.E. 4 grados N. Fuera de la entrada y frente a la Punta del Sur a distancia de una legua está la Isla de los Reyes, que se extiende de N.O. a S.E. como cosa de 3 1/2 millas y su longitud 2 1/2 millas: se hace en esta Isla y sus Islotes inmediatos abundante pesca de lobos marinos.


Desde dicho puerto al de San Julián hay la distancia de 38 leguas S. y a las Malvinas una travesía de 80 leguas navegando al S.E. Desde San Julián al Cabo de Vírgenes o Estrecho de Magallanes 70 leguas al S.S.O. Las Islas Malvinas son muy abundantes de leones y elefantes marinos, y los ingleses con este motivo frecuentan mucho las costas de dichas Islas, particularmente la Bahía del O. del Puerto de la Soledad".

La Real Compañía Marítima de Pesca inició sus actividades con la salida, el 26 de noviembre de 1789, desde el puerto de Santander, de la primera expedición destinada a Puerto Deseado, bajo el mando de Juan Muñoz

La Real Compañía Marítima de Pesca inició sus actividades con la salida, el 26 de noviembre de 1789, desde el puerto de Santander, de la primera expedición destinada a Puerto Deseado, bajo el mando de Juan Muñoz, quien emprendió enseguida los primeros trabajos en Puerto Deseado. Identificado un buen fondeadero, una milla aguas arriba siguiendo la ría, se construyó un fuerte de piedra de forma rectangular y, más allá, otra edificación, conocida como el "castillo de San Carlos", mientras en la cercana isla de los Reyes se instalaba una batería con un total de cuatro cañones de diverso calibre.

Poco después, el contador de la expedición, Juan Nepomuceno Victorica, dejó una descripción más precisa del conjunto de los edificios y las defensas. El fuerte aparece caracterizado de la siguiente manera: "En la entrada del puerto, hacia la parte sur, llamado el Castillo de Todos los Santos, se halla una trinchera o merlón, especie de fortaleza con ocho troneras hechas con tablas y terraplenadas con arena y fagina.

Las cuatro miran a la entrada del Puerto y las cuatro a la parte Sur. Están para la defensa de una ensenada sin corriente, en donde suelen dar fondo los barcos... para cuya defensa en las ocho troneras se han puesto cuatro cañones, reforzados de a ocho que fuegan a todas partes. Esta fortaleza tiene su asta de bandera para enarbolarla cuando viene alguna embarcación". Y, del mismo modo, el segundo edificio aparece así bajo la pluma de Victorica: "Una habitación en cuadro, nombrada el Castillo de San Carlos, con su cuarto reservado para tener pólvora y utensilios. Una bodega para víveres, un piso para vivienda, de tablada con su azotea de lo mismo, y las paredes de piedra hasta arriba, y en la azotea tres troneras, a cada uno de los cuatro vientos por si se ofreciese hacer fuego por todas partes".

Excavaciones en Puerto Deseado


Puerto Deseado se convirtió en un fuerte o presidio, una población y una factoría pesquera

Puerto Deseado se convirtió, pues, en un fuerte o presidio, una población y una factoría pesquera. Sin embargo, a finales de 1791 el ensayo de fundar una colonia de poblamiento en Puerto Deseado a cargo de la Real Compañía se podía considerar fracasado pese al esfuerzo inicial de creación de infraestructuras: la mayoría de los colonos se habían ido al puerto de Maldonado, dejando en el establecimiento tan sólo a unos veinticinco operarios de la Compañía Marítima. En cambio, en 1792 se procedió a enviar un destacamento integrado por un sargento, un tambor, dos cabos y diecisiete soldados de infantería a las órdenes de un oficial, de modo que, abolida la colonia de poblamiento, Puerto Deseado pasaba a ser un presidio militar y una factoría de pesca.

El establecimiento, sin embargo, no dejó de progresar en aquellos años, según refleja un testimonio excepcional de 1796:

"Puerto Deseado tiene los edificios y enseres siguientes a saber.
El Castillo de San Carlos de piedra mampostería. Los cuatro ángulos. La de 7 ventanas y 2 puertas de piedra labrada con su azotea de 13 codos de ancho y 16 1/2 de largo con tres pies de grueso las paredes y 9 1/2 pies de alto con 11 troneras para cañones. Tiene montados un cañón y 4 pedreros con su correspondiente dotación de artillería, muebles y menajes necesarios.
Un corral cercado de piedra que se compone de 56 varas de pared y una barraca de tablas forrada de pieles de lobos con sus enseres correspondientes.
Una casa para herrería y cocina del castillo con todos los utensilios necesarios.
Una capilla o pequeña iglesia de maderas con su campana y demás necesario.
Un almacén grande de piedra con techado de tablas forrado de pieles con sus puertas y ventanas y enrejado de fierro.
Un almacén de tablas cubierto de lona embreada.
Dos casitas de tabla forradas de pieles con sus enseres correspondientes. La una y la otra para taller de carpinteros con sus efectos y herramientas necesarias.
Una tahona de tablas con los pertrechos correspondientes.
Una herrería con sus herramientas necesarias.
Una casita de piedra con el techo de tablas, con sus enseres necesarios.
Una rambla con su canal para atracadero de las embarcaciones.
El Castillo de los Santos con siete troneras, 4 cañones de a 8 montados y otros 2 cañones de a 8 reforzados en la Punta del Pedregal con todos los utensilios necesarios.

Una balandra pequeña y 3 canoas para servicio de Puerto Deseado.
Tierras cultivadas en Puerto Deseado.
Una tierra labrada en la Cañada de la Teja destinada a sementera de granos de 110 estados de largo y 12 de ancho con 5280 varas cuadradas.
Una tierra al pie del Camposanto y al N.E. del establecimiento cercada de estacada y piedra con 30 estados de largo y 8 de ancho.
Una idem de 100 estados de largo y 12 de ancho que mide 4800 varas cuadradas cercada toda con estacas.
Una tierra labrada a un cuarto de legua del establecimiento de 200 estados de largo y 18 de ancho con 14400 varas cuadradas cercada toda.
Una huerta de 80 estados de largo y 5 de ancho que mide 1600 varas cuadradas cercada toda de piedra.
Una huerta de 40 estados de largo y 9 de ancho que mide 1440 varas cuadradas cercada toda de piedra.
Una idem de 80 estados de largo y 16 de ancho que mide 2560 varas cuadradas cercada de piedra.
Una huerta de 46 estados de largo y 16 de ancho que mide 2044 varas cuadradas cercada de piedra.
=Son 8 trozos de tierra labrada=

A dos leguas y media del Castillo de San Carlos hay una salina muy abundante capaz de producir anualmente cien mil fanegas de sal de excelente calidad, y de ella se surte Puerto Deseado e Isla de los Reyes para todas las faenas de salazón. Los indios suelen conducir dicha sal y algunas carnes de guanaco y pieles: el rescate suele ser por lo regular cigarritos y aguardiente templado con 70 u 80 % de agua de aquí.

Isla de los Reyes tiene los efectos siguientes.
Un edificio para salar y curar las pieles de lobos y demás anfibios.
Tres barracas forradas de pieles de lobo marino.
Un saladero de tablas forrado de dichas pieles.
Un horno para derretir la grasa con su casa y efectos necesarios."



Fragmento del mapa de la primera expedición de la Real Compañía Marítima que llegó al Pto Deseado el año de 1790.
Museo Naval, sig. 48-A-15

De acuerdo con tan detallada descripción, el establecimiento de Puerto Deseado no era muy diferente del que conocíamos a través de las descripciones de los primeros tiempos, pero sin duda había ampliado sus instalaciones. Las fortificaciones y la artillería seguían siendo esencialmente las mismas, mientras que habían mejorado las condiciones de vida, con la construcción de varias casas y otras dependencias, aunque algunas ya se habían consignado en los testimonios inmediatamente posteriores a la fundación. Destaca como novedad la dotación de la factoría de la isla de los Reyes (con barracas, saladeros y hornos), así como el servicio de abastecimiento de sal a cargo de los indígenas, a cambio de cigarritos y aguardiente rebajado. Y también el desarrollo de los cultivos de supervivencia realizados en los cuatro trozos de tierra (dedicados todos presumiblemente al cereal) y las cuatro huertas, dedicadas seguramente a las hortalizas.


A mediados de 1806, el presidio militar, única pieza superviviente del triple proyecto colonizador, pesquero y estratégico, quedaría incomunicado

La Compañía, cuyos establecimientos se habían dividido entre la vieja base de Puerto Deseado y el nuevo conjunto formado por la isla de Gorriti, la isla de Lobos, el puerto de Maldonado y la Punta Este de Maldonada a la entrada del Río de la Plata, mantuvo sus actividades durante los años siguientes a 1792 hasta que el estallido de la guerra con Inglaterra en 1797 la sumió en una irremediable parálisis. La firma de la paz de Amiens en 1802 trajo consigo un intento de revitalización de Puerto Deseado, pero podemos sospechar que el dilatado periodo de inactividad convirtieron las esperanzas de recuperación en flor de un día. Incluso antes del nuevo estallido bélico en 1804, la Corona decidió poner punto final a la aventura de la Compañía, que fue suprimida el 10 de julio de 1803. Ese mismo año, el capitán de fragata Juan Gutiérrez de la Concha, a bordo de la Astrea, arribaba a Puerto Deseado para liquidar los intereses de la Compañía, poniendo punto final a la aventura de la sociedad en las costas de Patagonia.

Tres años después, a mediados de 1806, el presidio militar, única pieza superviviente del triple proyecto colonizador, pesquero y estratégico, quedaría incomunicado a causa de los dos asaltos ingleses a Buenos Aires, hasta recibir el socorro de un bergantín estadounidense al mando del capitán Boucher, enviado por el comandante de Carmen de Patagones para proceder a la evacuación de todo el destacamento, a cuyo frente estaba el subteniente Juan Crisóstomo Martínez.

A partir de aquel momento, Puerto Deseado quedaría desierto hasta la instalación de una subprefectura marítima por parte del gobierno de la Repúlica Argentina en 1881, tres cuartos de siglos más tarde. Hoy, la población se ha desarrollado, ha alcanzado la notable cifra de 13.000 habitantes y se ha convertido en el puerto de amarre de la flota argentina que opera en sus aguas meridionales. Una población que intenta recuperar su pasado (como también lo ha venido haciendo el otro emplazamiento de la Real Compañía, la isla de Gorriti, en la vecina república de Uruguay), mediante una campaña de excavaciones arqueológicas que están brindando los primeros frutos para la recuperación de este entrañable patrimonio hispánico compartido.


Encuentro con los patagones en Puerto Deseado. Museo Naval

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