DE LA PARTICIPACIÓN EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR<br>
Una obra útil para la nueva pedagogía
Reseña realizada por César Sáenz Castro<br>
Universidad Autónoma de Madrid
El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), definido en la Declaración de Bolonia de 1999 y que se espera que esté implantado en la UE en el año 2010, propicia no sólo cambios en la estructura de los estudios universitarios y en el currículo de las distintas titulaciones sino también nuevos enfoques docentes y metodologías didácticas. El crédito europeo (ECTS) se establece como unidad de trabajo de los estudiantes, como medida de todo el esfuerzo que un alumno tiene que hacer para dominar determinados contenidos curriculares y destrezas profesionales, superando el estrecho enfoque anterior del crédito como tiempo que el alumno está en un aula recibiendo enseñanza de un profesor. Ese trabajo de los estudiantes incluye, por supuesto, la asistencia a clase pero también el trabajo en bibliotecas y mediatecas buscando información más allá de la suministrada directamente por el profesor y la realización de proyectos, individualmente o en grupo y tutorizados por el profesor.
Dentro de esa búsqueda de nuevas estrategias didácticas, la Metodología Participativa tiene características que se ajustan bien a las necesidades de los procesos de enseñanza-aprendizaje universitarios tal como los establece el EEES. Se fundamenta en la implicación responsable del alumno en su formación y se organiza con un carácter muy interactivo basado en la comunicación dialógica profesor/alumno y alumno/alumno. La Metodología Participativa no pretende ser una revolución en la docencia universitaria que aplaste planteamientos más tradicionales como la clase magistral sino que se ofrece como un instrumento metodológico que trata de mantener las fortalezas actuales de la docencia universitaria pero también superar las claras debilidades de dicha docencia (pasividad y falta de motivación del alumnado, enseñanza puramente transmisiva de información sin desarrollo de competencias profesionales, etc.).
El libro reseñado analiza en profundidad la metodología participativa con un enfoque eminentemente práctico; en palabras de su autor, pretende ayudar al profesorado a mejorar su labor docente y ser un instrumento valioso en la renovación metodológica que exige la inminente convergencia educativa europea. Arranca con el establecimiento de los nuevos retos de la enseñanza universitaria y analiza los elementos esenciales de los procesos educativos de la enseñanza superior: tipos de aprendizaje universitario, aspectos de la comunicación y motivación y la dinámica de grupos en la docencia universitaria. A partir de la definición de la metodología participativa en educación, profundiza en las técnicas participativas y establece las claves para desarrollar con éxito clases participativas. Fiel a su carácter práctico, el libro incluye un anexo donde describe brevemente veinte técnicas participativas.
El libro se lee con facilidad y logra que el lector desarrolle su interés por la metodología participativa en la educación superior. Se nota un cierto apresuramiento en su redacción de modo que bastantes veces se yuxtaponen citas de varios autores, con técnica de "cortar y pegar", creando sensación de redundancia y falta de profundización en las mismas. Pero lo más importante es que libros como éste son muy necesarios y oportunos en un momento donde se nos pide a los profesores universitarios que cambiemos nuestras estrategias docentes y no sabemos muy bien como hacerlo. La Metodología participativa presenta grandes potencialidades para mejorar la docencia universitaria y el libro del profesor López Noguero es un buen camino para aproximarse a ella.