Una ciencia de calidad requiere que la actividad investigadora se desarrolle sobre la base de una buena praxis científica
La observancia de unas buenas prácticas en el desempeño de cualquier profesión o actividad es altamente recomendable para asegurar la calidad del trabajo a desarrollar y la de sus productos. La recomendación se convierte en absoluta obligación para el caso de la investigación científica, por tratarse de una tarea enfocada a la búsqueda de la verdad, que persigue ampliar las fronteras del conocimiento con fundamentos de autenticidad, para poder así construir y consolidar una ciencia sólida y de calidad.
Las indeseables desviaciones de las buenas prácticas constituyen transgresiones de la integridad científica que afectan negativamente al proceso de investigación y difusión de resultados, y conllevan lamentables consecuencias para la credibilidad de los científicos y de la propia ciencia
La buena praxis en ciencia, el ejercicio responsable de la investigación, tiene como fundamento a la integridad científica, la cual se corresponde con una conducta del investigador que conlleva la práctica y promoción de los más elevados principios morales y normas profesionales. La integridad científica descansa en un conjunto de valores esenciales, entre los que se encuentran: honestidad, responsabilidad, objetividad, imparcialidad, independencia, fiabilidad, diligencia o respeto a y reconocimiento de la labor de otros científicos. Las indeseables desviaciones de las buenas prácticas constituyen transgresiones de la integridad científica que afectan negativamente al proceso de investigación y difusión de resultados, y conllevan lamentables consecuencias para la credibilidad de los científicos y de la propia ciencia.
La integridad en investigación e innovación es un tema que preocupa a nivel mundial, registrándose un creciente reconocimiento de su valor. A este respecto, puede ser significativo señalar que el Consejo de la Unión Europea ya analizó en 2015 la importancia económica y social de la integridad científica, habiendo concluido su papel clave en la excelencia e impacto socioeconómico de la investigación y la innovación, así como la necesidad de fomentarla tanto en la Unión Europea como en sus Estados miembros.
Una ciencia de calidad requiere que la actividad investigadora se desarrolle sobre la base de una buena praxis científica. Es, por tanto, esencial que los jóvenes científicos reciban una adecuada formación en integridad científica y buenas prácticas, como fundamento de una conducta responsable en investigación. Con ello, se trata de evitar que un deficiente conocimiento de las normas y prácticas que deben orientar el trabajo de los científicos, incluyendo principios éticos y responsabilidades profesionales, conduzca a irregularidades que pueden dañar la percepción social y el prestigio de la ciencia, de los investigadores y de sus instituciones. Los países científicamente más avanzados conceden gran importancia a la formación de sus científicos jóvenes en estas temáticas. En nuestro país, acreditados foros e instituciones demandan recursos y esfuerzos para promover la concienciación y la formación en integridad científica y buenas prácticas. En esta línea, la Fundación General CSIC (FGCSIC) ha resuelto desarrollar actividades de formación avanzada e integral de jóvenes científicos, que contribuyan a su adecuada preparación y desarrollo profesional, comprometiéndose así decididamente con la implementación y consolidación de una cultura de integridad científica y de investigación responsable en la ciencia española.
A lo largo de 2018, la Fundación ha desarrollado en Madrid, Barcelona y Sevilla sendas ediciones del curso “Buenas Prácticas Científicas”, dedicadas específicamente a investigadores en formación que desarrollan sus trabajos de tesis en institutos y centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tanto propios como mixtos. La acogida por los doctorandos que han seguido el curso ha sido excelente, valorando y reconociendo el valor formativo esencial para su carrera profesional. Por ello, se ha programado la celebración de nuevas ediciones durante el año actual y sucesivos. Dado su interés general, la FGCSIC se ha planteado también extender la actividad más allá del ámbito del CSIC, habiéndose aliado con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) para celebrar una actividad formativa abierta a investigadores en formación de cualquier procedencia sobre “Buenas Prácticas en Investigación”.
En este encuentro, que tendrá lugar del 24 al 27 de junio próximo en la sede del Palacio de la Magdalena en Santander, se proporcionarán elementos de referencia sobre facetas esenciales del proceso investigador, incluyendo elaboración de proyectos, diseño experimental y ejecución de la investigación, obtención y procesamiento de datos, presentación y comunicación de resultados, difusión y divulgación científica o evaluación de investigación. Se analizarán el complejo sistema científico actual, las obligaciones del investigador y las relaciones entre científicos con otros elementos del sistema y con la sociedad. Adicionalmente, se impartirán y discutirán fundamentos de integridad científica y ética para un desarrollo responsable de la investigación, con evitación de prácticas indeseables.
En nombre de la FGCSIC, me permito invitar a los investigadores que actualmente se encuentran en proceso de formación a comprometerse con la integridad y buenas prácticas científicas y matricularse en el Encuentro referido. Estoy convencido de que aquellos que lo sigan no se arrepentirán de hacerlo y adquirirán una formación que les facultará para un mejor ejercicio de la ciencia y de su carrera científica.