Una nueva técnica quirúrgica podría permitir que los usuarios de extremidades protésicas las sintieran de manera muy parecida a las naturales. El estudio se ha publicado en <a href="https://www.science.org/doi/10.1126/scirobotics.aan2971" target="blank" alt="Science Robotics" title="Science Robotics">Science Robotics</a>.
A través de la coordinación entre la extremidad protésica, los nervios existentes y los injertos musculares en el paciente, este podría notar cómo está posicionada su extremidad artificial a cada momento sin necesidad de mirarla, y también cuánta fuerza se está aplicando sobre ella. Un sistema de este tipo podría además ayudar a reducir la tasa de rechazo de las extremidades protésicas, que se encuentra en alrededor del 20 por ciento. La nueva técnica es obra del equipo de Hugh Herr y Shriya Srinivasan, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos.
En el reciente estudio sobre la validez de esta técnica, los investigadores han demostrado en ratas que esta posibilita reacciones sensoriales, cuyas señales, procedentes de músculos y tendones, se reciben en el sistema nervioso. Ello debería transmitir información suficiente sobre el posicionamiento de la extremidad protésica y las fuerzas aplicadas sobre ella.
El siguiente paso en esta línea de investigación y desarrollo será empezar a poner en práctica la técnica en humanos que sufrieron amputaciones, incluyendo al propio Herr, que perdió las dos piernas por debajo de la rodilla cuando tenía 17 años, tras quedar atrapado durante una tormenta de nieve tres días en una montaña que estaba escalando.
La historia personal de Hugh Herr es digna de una película. Con una capacidad de superación admirable, tras la amputación se convirtió en científico especializado en prótesis, fue uno de los pioneros de las prótesis robóticas, diseñó las suyas propias, volvió a caminar gracias a ellas y volvió a escalar montañas, superando incluso la altitud máxima de escalada a la que había llegado antes del accidente.