El mundo de la inteligencia artificial ha sido misterioso y ambiguo durante mucho tiempo y en este momento se está iniciando un cambio
Al igual que la tecnología se ha integrado en la vida diaria, según John R. Allen del Artificial Intelligence and Emerging Technologies Initiative, la inteligencia artificial (IA) lo hará en los próximos años y, de alguna manera, ya lo está haciendo.
La IA fue diseñada con la intención de que la máquina se comportara como un humano, con la capacidad de tomar decisiones complicadas. Es una herramienta que, según Allen y West, en su trabajo, How artificial intelligence is transforming the world (ver aquí), “nos permite repensar cómo integramos la información, analizamos datos y utilizamos las percepciones para mejorar el proceso de toma de decisiones”, es decir, todo apunta a que será un instrumento que cambiará el mundo que conocemos.
La importancia de aumentar nuestro capital humano con nuevas capacidades tecnológicas es la llave para entrar por la puerta del futuro.
Ante los cambios tecnológicos es importante que todos nos adaptemos, pero para los niños, los trabajadores del mañana, es algo fundamental. Por eso, es clave que el sistema educativo adopte estrategias de enseñanza orientadas hacia áreas de “razonamiento analítico, colaboración, diseño, demostración visual de información y pensamiento independiente”, tal y como Allen propone en el trabajo antes citado. En consecuencia, los profesores adquieren un rol muy diferente del tradicional, siendo facilitadores de la educación en un mundo en rápida transformación.
“Los beneficiados de la inminente era de la inteligencia artificial serán los países y empresas que pueden crear los algoritmos más poderosos, reunir el mayor talento, acumular el mayor número datos y organizar las más potentes computadoras”.
Aunque Allen y West relacionan el desarrollo y la relevancia de la IA para sectores como la defensa, en mi opinión, esta tecnología será importante por muchas otras razones y, especialmente, porque su presencia en la educación de los niños es una parte esencial de la transformación de la sociedad y la mejora de la calidad de vida de las personas.
No podemos sólo pensar teóricamente sobre el futuro de la innovación, tenemos la responsabilidad de educar a los niños con las herramientas necesarias para entrar en este mundo digital. En esta línea, y siguiendo a Allen y West, en relación con los efectos de la IA en la educación, en su trabajo señalan que “el mejor escenario posible sería conocer, al final de cada día, si el estudiante está cumpliendo con las expectativas para así poder corregir rápidamente las deficiencias detectadas; porque, en el peor escenario, los estudiantes rezagados abandonarán el sistema ante la emergencia de esta nueva realidad”.
En la era de la IA, creo que será necesario poner el énfasis en una educación holística y personalizada porque solo “cumplir expectativas” y “corregir deficiencias”, será insuficiente. Por otra parte, trabajar el razonamiento analítico, colaborativo y el pensamiento independiente en los estudiantes, exige revisar la idea actual de éxito académico. Para poder medir adecuadamente esas nuevas competencias los profesores deben ser facilitadores, ayudar a los estudiantes a desarrollar nuevas habilidades, cuya evaluación no puede ser medida por un test estandarizado.
Es obvio que nuestro mundo está cambiando, pero la pregunta indispensable es ¿cómo cambiará nuestro sistema educativo? Allen de nuevo, en otro artículo Why we need to rethink education in the artificial intelligence age (ver aquí) destaca la importancia de mejorar el acceso a Internet y Wi-Fi en las escuelas, así como la de no aumentar la desigualdad de oportunidades en educación. Según el Pew Research Center, “5 millones de familias con niños en escuelas no tienen acceso a Internet en casa”. Estos estudiantes tienen menos habilidades para investigar, conseguir becas y obtener información y orientación sobre oportunidades académicas.
Internet es integrador, porque su acceso significa abrir la información, no dejando en la oscuridad a una parte de la población portadora de nuevas ideas.
Aunque el acceso a Internet será esencial, no supondrá la solución completa. Los profesores necesitarán aprender cómo enseñar con la ayuda de Internet y necesitarán enseñar sobre el propio Internet, una herramienta muy útil, pero sólo si conocen cómo utilizarla.
Para que Internet facilite la igualdad, debe mejorarse la formación sobre cómo utilizarla.
La formación en tecnologías de IA es una tarea muy importante en colegios y en escuelas de Secundaria, pero ¿qué papel tiene en la universidad? ¿Qué necesita cambiar la universidad para facilitar la formación de trabajadores con capacidades en tecnologías de inteligencia artificial?
Según Michael Landon-Murray, autor del artículo Big Data and Intelligence: Applications, Human Capital, and Education, “en 2014 era muy raro, virtualmente inexistente, encontrar programas en Data Science”. Esto afecta también a las empresas porque los centros de investigación de muchas universidades son fuentes de formación para las mismas. Si se incrementa el número de personas que pueda aprender a usar las nuevas tecnologías, aumentarán las posibilidades de desarrollar más innovaciones. Por eso, necesitamos subrayar la importancia de incluir los estudios de nuevas formas de ciencia, como IA o Data Science, en las universidades para que la capacidad de aprender a innovar no esté limitada a un grupo reducido de personas.
Sin cambios en la educación, no será posible equipar a una población para innovar en la tecnología del mañana. La IA es la tecnología del futuro, y los estudiantes son los artífices de ese futuro. De ahí la importancia en no dejarlos atrás en la carrera por la innovación.
*Análisis publicado en el blog de Sociedad y Educación. Fundación Europea Sociedad y Educación
https://www.sociedadyeducacion.org/blog/la-importancia-de-la-educacion-para-el-futuro-de-la-inteligencia-artificial/