¿Demócrata? No sé. Soldado raso
pero no comunero ni insurgente.
Juró bandera al ocre, alzado enfrente,
a arreboles de aurora y luz de ocaso
de Toledo. Tangible y transparente
un capitán le sonreía al paso,
mano en el hombro; -«No hubo Garcilaso.
Yo soy Salicio. Bebe de mi fuente».
Fue liberal, de libertad la santa
y liberalidad que se adelanta,
mas no sólo a decirlo; a serIo, a serlo,
contra anatema, inquisición, hostigo,
amenaza, calumnia. Y -hoy creerlo
me parece ilusión- fui yo su amigo.