Dice Blojintsev: No existe partícula alguna libre, aislada,
abandonada a sí misma. Aun en el caso de que las partículas estén
considerablemente alejadas unas de otras, siguen perteneciendo al
medio que las ha creado y que se encuentra en un estado de
movimiento continuo.
Soy múltiple. No yo.
Soy un enjambre.
Soy todos-nadie.
Soy un millón,
mil millares de millones
de células, sistemas, micro-objetos.
Soy todo
menos un yo.
Soy un sistema
de ordenación abstracta
como Dios.
Todo funciona,
no sé por qué.
(¿Lo sabrá él?)
Yo no soy nadie.
Soy una ley.
¿Y usted?
Quizás otra ley,
y otro no-yo
y un casi-dios.