El escaso alcance en la península Ibérica de la migraciones esteparias hacia Europa entre el Neolítico tardío y la Edad de Bronce podría ser uno de los motivos que explica la pervivencia del euskera, según un estudio que publica hoy la revista <a href="https://journals.plos.org/plosgenetics/article?id=10.1371/journal.pgen.1006852" title="Plos Genetics" alt="Plos Genetics" target="_blank">Plos Genetics</a>.
Un grupo internacional de expertos estudió el genoma de individuos que vivieron en la península Ibérica entre el Neolítico Medio (4200-3500 a.C.) y la mitad de la Edad de bronce (1740-1430 dC), para entender la influencia que tuvo el flujo de personas llegadas desde las regiones esteparias del este de Europa y Asia.
El director del estudio, Rui Martiniano, de la Universidad de Coimbra (Portugal), explicó a Efe que el impacto genético del gran flujo de las migraciones esteparias en el norte y centro de Europa está bien documentado, pero no así en la península Ibérica.
Aunque excavaciones arqueológicas descubrieron la existencia de cambios en la cultura y los rituales funerarios durante ese largo periodo en la península, aún no se había estudiado el peso genético de esas migraciones.
La secuenciación del genoma de restos de 14 individuos que vivieron durante el Neolítico y la Edad de Bronce en Portugal indica una menor presencia genética de esas migraciones que en otros lugares de Europa, lo que sugiere que "tuvieron menos importancia en el patrimonio genético y la cultura ibérica que en otras zonas del continente", señala el estudio.
Martiniano explicó que trabajos previos "han asociado la expansión de los linajes indoeuropeos a los pueblos llegados de la estepa". "Teniendo en cuenta que nuestros resultados apuntan a una reducida migración desde la estepa a Iberia durante la Edad de Bronce, esto puede ayudar a explicar la mayor permanencia de lenguas no indoeuropeas en la región como, por el ejemplo, el vasco", explicó.
El experto recordó un estudio de 2015, el cual indica que los vascos tiene una importante "ascendencia neolítica, por lo que si asumimos que el euskera es una lengua neolítica, es posible que su supervivencia a través del tiempo se haya visto ayudada por una menor migración durante la Edad de Bronce a la península Ibérica".
Sin embargo, Martiniano dijo que no hay una explicación clara a por qué el euskera ha permanecido mientras que otras lengua también pre-indoeuropeas de la península Ibérica que desaparecieron. Hay expertos que apuntan "al aislamiento geográfico", debido a que es una zona montañosa, pero él reconoció que no puede afirmar este extremo "con seguridad".
La secuencia del genoma y su comparación con otros antiguos y modernos señala que solo había sutiles cambios genéticos entre los portugueses neolíticos y de la Edad de Bronce, resultado de una migración a pequeña escala. Unos cambios que son más pronunciados en el linaje paterno. Martiniano señaló, en un comunicado, que "fue sorprendente observar una discontinuidad tal en el cromosoma Y entre el Neolítico y la Edad de Bronce, el cual sería coherente con un influjo preminentemente masculino".