El retraso en el desarrollo de pilas 🔋 sólidas y eficientes supone que en el sector automotriz muchos fabricantes de coches cambien sus planes de construcción hacia vehículos híbridos, de combustible sintéticos, o de hidrógeno. El coche eléctrico es un fracaso comercial por su excesivo precio y gran pérdida de valor en el mercado de segunda mano. Los grandes fabricantes como Toyota han excluido el coche eléctrico de sus líneas de producción y otros como Tesla ve sus cotización en bolsa desplomarse. Una revisión de la política fiscal sobre el coche eléctrico Europea está en curso con la llegada de marcas Chinas eléctricas a precios sin competencia que se verán encarecidas por aranceles en su venta al público.
Todo el sector de renovables de producción intermitente está en una situación de ruina económica por la incapacidad de desarrollar sistemas de acumulación de la energía y satisfacer la demanda en las horas en que realmente se necesita.