El descubrimiento de la… El descubrimiento de la transformación directa de la energía gravitatoria en energía eléctrica, con las cualidades propias de la gravitatoria, de limpia, segura, permanente e inagotable, capaz de terminar con las guerras por la energía, la contaminación por combustión de fósiles, y la pobreza de toda la humanidad debería haberse tenido en cuenta en esta lista. Copio parte de un artículo de presentación. Hoy parece un buen día para intentar aclarar algunas cosas. Sobre la coherencia, la verdad, el negocio. Y la ciencia, INSEPARABLE de la cultura donde se desarrolla. Hasta esta semana, la comunidad científica internacional creía que era imposible sacar más energía en una máquina que la que se metiera. Y esta fe la sostenían con un principio de la termodinámica, que con la redacción de que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma, creían que esa transformación siempre iba a ser menor que la transformada. Y esta fe, fue tan arraigada, tan irracional, que casi ningún científico se atrevió a medir mis experimentos, y hasta los pocos científicos que aceptaron comprobar las mediciones, que demostraban lo contrario, no se atrevieron a sostener en público lo que habían visto y medido, por miedo a perder su prestigio profesional, y con él su puesto de trabajo. Esta semana ya ha quedado derribada esa interpretación de ese principio de la termodinámica. “En un hito para la fusión nuclear, un experimento con láseres en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, en California (EE UU), ha logrado producir más energía que la aportada por el rayo que desencadenó la fusión. Esto es lo que ha sucedido a nivel atómico en este experimento..” Todos los periódicos del mundo. Todas las televisiones del planeta, no paran de repetirlo. Tengo una máquina, relativamente sencilla, que demuestra que la energía gravitatoria es transformable en electricidad, sin necesidad de salto de agua. En cualquier parte. Igual en un sótano que en un barco. Y dada la cualidad de inagotable de la energía gravitatoria, resulta permanente la disposición de electricidad. Mientras haya tensión y movimiento habrá electricidad. Cuando empecé a acelerar el primer volante de inercia, con un peso a siete metros de altura, y mayor que el peso del volante, no acumulaba ni el diez por cien de lo que necesitaba para rearmar la máquina. Diecinueve años y trescientos mil euros después ya llegué al doscientos por cien. Y los prototipos actuales podrían multiplicar por diez o por cien la energía potencial. ¡¡Enhorabuena para todos!! ¿Estáis interesados? Un experimento científico es fácil de reproducir y comprobar. Y los primeros que inicien los procesos industriales y comerciales, van a tener mucho qué ganar en todo el planeta. Y mucho bien por hacer. ¡¡Abrazos!! Reply