La artrosis no es una enfermedad menor. Es una patología compleja que no solo afecta a personas mayores. Más de 242 millones de personas padecen esta patología en el mundo.
Se la considera una enfermedad asociada a la vejez y con muy poco glamour, si es que alguna enfermedad lo tiene. Sin embargo, la artrosis es una patología muy compleja de y que afecta tanto a personas mayores como a otros grupos de riesgo. Especialmente a las mujeres en edad post-menopáusica, a los deportistas y también a los jóvenes.
Afecta a más de 242 millones de personas en todo el mundo y es una cifra que sigue creciendo debido al aumento de la esperanza de vida, pero también a los malos hábitos en la alimentación, la obesidad, el sedentarismo y el deporte practicado sin control.
ARTROSIS Y OTRAS PATOLOGÍAS
No sólo causa dolor, sino que está asociada a otras patologías como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, o la hipertensión entre otras. Una mala evolución de la artrosis puede llevar a falta de movilidad y discapacidad incapacitando a los pacientes para realizar las tareas más cotidianas. Además, las personas con artrosis, sobre todo las mujeres tienen más riesgo de sufrir otras patologías como ansiedad o depresión que las que no la padecen.
En este contexto, la Sociedad Internacional de Investigación en Artrosis (OARSI, por sus siglas en inglés) ha solicitado a la Agencia Americana del Medicamento (FDA) que considere la artrosis como una enfermedad grave a través del libro blanco: Artrosis, una enfermedad grave.
ARTROSIS Y MEDICAMENTOS
Actualmente existen fármacos para tratar la artrosis a nivel sintomático. Contra el dolor se recomiendan analgésicos y AINES (Antiinflamatorios no esteroideos) aunque pueden presentar problemas de toxicidad y SYSADOAS (Condroitín Sulfato, Glucosamina, Ácido Hialurónico intra articular) que se ha demostrado que son eficaces a nivel sintomático y sobre todo muy seguros aportando ventajas a la terapéutica.
Sin embargo, según el documento de la OARSI, no existen fármacos aprobados por las autoridades reguladoras que puedan prevenir, parar o frenar la progresión de la artrosis. No existe ningún remedio probado para prevenir la necesidad de reemplazar quirúrgicamente la rodilla afectada por artrosis que acaba siendo la solución final para millones de personas en todo el mundo.
ARTROSIS E INVESTIGACIÓN
Existe una necesidad urgente de realizar estudios clínicos con agentes nuevos o existentes que puedan intervenir en la patofisiología y la progresión de la artrosis. La consideración de la artrosis como enfermedad grave por parte de la FDA implicaría mayor celeridad en los procesos de aprobación de un medicamento que "proporcione una ventaja significativa sobre las terapias disponibles y que demuestre que su beneficio clínico podría darse antes de la morbilidad o mortalidad irreversible o que es razonablemente probable que prediga un beneficio clínico en un punto final clínico intermedio" (FDA Guidance for Industry Expedited Programs for Serious Conditions, 2014).
El término enfermedad grave ha sido definido por la FDA como "una enfermedad o condición asociada con morbilidad que tiene un impacto sustancial en el funcionamiento diario. Una morbilidad de corta duración y auto-limitada no suele ser suficiente, pero la morbilidad no tiene por qué ser irreversible si es persistente o recurrente. Si una enfermedad es grave es asunto de juicio clínico, basado en el impacto que tiene en factores como la supervivencia, el funcionamiento cotidiano o la probabilidad de que la enfermedad, si no se trata, pasará a ser de poca severidad a una más grave".
En este sentido, desde la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI) también consideramos que la artrosis es una enfermedad grave y que, además, constituye el mayor reto para los sistemas sanitarios del siglo XXI a nivel mundial.
Esta fundación, está comprometida, -a través de sus proyectos de conocimiento y prevención de la enfermedad, así como proyectos de innovación y desarrollo y también liderando el Grupo Internacional de Trabajo en Artrosis (OA Task Force) junto a la Arthritis Fundation, e Estados Unidos-, a llevar a cabo acciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes con artrosis y hacer más sostenible el sistema sanitario.