• El nacimiento

    Para 10 de unos cuarenta años
              Navarra
    o Navatta, no lo sabía
               resignada.
    en la pequeña habitación
    donde habíamos estado trabajando
    toda la noche
              durmiendo
    con intérvalos de diez o quince minutos
    su enorme barriga pesada
              marcada
    por los latidos de la contracción bajo la piel.

  • La vía láctea

    Busquemos, elijamos el centro de la vida
    entre trillones de galaxias mudas,
    una, quizás la más extraviada.
    Crucemos por la noche inquebrantable
    a través de la lumbre del misterio
    hasta llegar sin pausa al hogar encendido.
    Allí, en un rincón apartado del orbe,
    girando en la hermosura de sí misma,
    iluminada por difusos nimbos
    de rotundas estrellas transparentes,
    se yergue en los jardines siderales,
    esta casa común: la Vía Láctea.

  • Almendros

    En el invierno de Iowa
    todos los árboles son almendros

    hasta que sale el sol
    y derrite sus pétalos de nieve

    Entonces sueñan con la primavera
    que cubrirá de flores sus ramas

    Olvidan que detrás de los montes
    se esconde el otro sol

    que derrite las flores los árboles los pájaros
    y las cuatro estaciones

  • Cultura emergente

    En las apartadas islas de Nueva Caledonia,
    en una Atenas huida hacia las nubes,
    unos córvidos han dado razón de su razón,
    concibiendo nuevas artes para la muerte,
    y han acertado a romper
    el monopolio cultural
    de los endiosados primates.

    Una bandada de oscuros pájaros
    cortó el crepúsculo en Muroroa
    sin que los ávidos reporteros
    captaran el ominoso presagio.

  • Peces de colores

    Yo me río de los peces de colores
    me río de los rojos de los dorados de los azules
    de los flamígeros que parecen papagayos
    y de los lilas con colas de pavo real
    Y me río de los peces cacatúas
    con aletas fucsias y escamas verdes
    o piel violeta con lunas granates
    y de los pequeñitos que nadan como locos
    y cambian de dirección bruscamente

    Pero si yacen mustios sobre una roca
    pintados por la acuarela de la muerte
    yo no me río de los peces de colores
    Vuelvo a mi casa a través del parque
    donde están los niños jugando
    con globos rojos dorados o azule

  • Ojo

    El globo ocular
    y el globo terráqueo
    son uno y el mismo

    El mundo gira alrededor
    del sol
    y el ojo gira alrededor
    del mundo

    El cielo era un cíclope
    que miraba con su sol único

    hasta que fue cegado
    por una lluvia de aerolitos

    Ahora el sol no vidente
    envía rayos de tinieblas

    También el ojo

  • Ro-8

    Hasta en lo opaco hay un cielo: Un inmenso espacio con un
    mínimo de materia concentrada en granos, casi puntos,
    dispersos en lo que, relativamente, parece infinito.


    El cuarzo centellea
    porque está vacío.
    Es duro
    como un puño apretado que no aprieta nada.
    Ira:
    Noche llena de estrellas.
    Noche del átomo roto.
    ¡Qué enorme es el vacío
    que cabe en lo más pequeño!
    El cielo.
    Y algo tembloroso que aún no llega a materia.
    El vacío
    del aparente infinito.

  • Bifurcaciones

    Todo lo que se ramifica,
    se bifurca: delta, rayo, pulmón,
    raíces, sinapsis, fractales,
    árboles genealógicos y de decisiones;
    todo lo que multiplica
    y a la vez disminuye -

    no hay quien lo comprenda,
    ya demasiado complejo
    para este cerebro de gorrión,
    este miembro X
    de una serie infinita
    que a las espaldas
    de aquel que en lugar de pensar
    es pensado, se desarrolla,
    se ramifica, se bifurca.

  • Charles robert darwin1809 - 1882

    El nombre que nunca quería.
    Sentía mareos de pisar la Tierra.
    «Genial», «innovador», «apabullante», «un titán»:
    él no quería.

  • Detalles sobre un árbol

    Aquel abedul, tachonado de sol.
    No te muevas. Mira
    las variaciones: el verde del verde,
    lo mate de lo brillante, la hoja
    en el limbo más oscura arriba
    que abajo. Nada se repite.
    Cada nervio se derrama como sobre la piel
    la brisa. Todo esto vacila,
    se alza, inalterado
    casi, pero no del todo.

    Esto balancea, baila, rueda:
    «CONJUNTOS patológicos»,
    funciones sin derivada,
    órbitas fluctuantes en un espacio de fases.

    Al viento doblegan, que las dobla,
    las hojas, lo tuercen
    en fantasmales remolinos
    que tú no ves.