La técnica de Revascularización Transcarotídea (TCAR) es un procedimiento para tratar el estrechamiento de las carótidas basado en el flujo reverso. El doctor José Ignacio Leal, especialista de la Clínica Universidad de Navarra, es el único médico español que imparte cursos de formación en Estados Unidos, un país donde esta patología afecta al 80% de los pacientes y esta es la única técnica aceptada por la FDA.
El estrechamiento de las arterias carótidas, vasos principales que nutren de sangre al cerebro, es una patología sobre la que actualmente se tratan más de 200 casos a la semana. La disminución de su diámetro puede bloquear el flujo de sangre y causar importantes accidentes cerebrovasculares.
El doctor José Ignacio Leal, especialista en Cirugía Vascular de la Clínica Universidad de Navarra de Madrid (CUN), es uno de los médicos que desarrolla la técnica de Revascularización Transcarotídea (TCAR), un nuevo procedimiento basado en el flujo reverso que disminuye los accidentes cardiovasculares.
El médico español lleva impartiendo cursos mensuales en Chicago para que los cirujanos estadounidenses aprendan este procedimiento, la única técnica aceptada por la FDA (U.S. Food & Drud Administration) para implantar un estent en la estenosis o estrechamiento que sufre un 80% de los pacientes en Estados Unidos.
VENTAJAS DE LA TÉCNICA TCAR
Actualmente, existen dos procedimientos para tratar el estrechamiento de las arterias: la cirugía abierta y la introducción de un estent por vía femoral. "La técnica TCAR combina lo mejor de la cirugía clásica y del estent carotídeo", afirma el doctor Leal, quien afirma que no sólo aúna ambas técnicas, sino que mejora los resultados.
La primera ventaja fundamental es la comodidad de utilizar anestesia local en lugar de general, con la que se consigue una recuperación precoz del paciente. "Se hace una incisión en la base del cuello para acceder a la carótida común, ahí se coloca un introductor y un dispositivo de reversión del flujo sanguíneo, y se coloca un stent", explica el especialista.
"Lo que hemos visto es que reducimos el riesgo de ictus preoperatorio". El segundo avance de la técnica se observa en la menor posibilidad de sufrir un ictus, fundamental para la seguridad del paciente por tratarse de un tipo de cirugía preventiva. "En el último estudio, el porcentaje se sitúa en el 1,4%, la tasa de riesgo más baja jamás publicada en un estudio por stent carotídeo", informa este médico.
Además, también se reduce los porcentaje de infarto de miocardio y de muerte, que según el doctor Leal son nulos en ambos casos. El médico añade a los beneficios que se debe tener en cuenta que "la TCAR también se puede aplicar a pacientes de alto riesgo quirúrgico, pacientes a los que antes no se les podía ofrecer nada".
Todo lo anterior se consigue gracias a la inversión del flujo sanguíneo, que constituye la mayor ventaja de la técnica TCAR. Durante las cirugías habituales existe riesgo de desprendimiento de fragmentos de la placa que produce el estrechamiento y pueden viajar por la arteria hasta el cerebro y provocar accidentes cerebrovasculares. "Al invertir el flujo de la sangre en la arteria carótida se retienen los posibles fragmentos y se impide que lleguen al cerebro", recalca.
CURSOS DE FORMACIÓN
El doctor José Ignacio Leal es el único médico que imparte los curso de formación dirigidos a cirujanos americanos que quieren aprender esta técnica. Los cursos tienen lugar mensualmente en Chicago desde hace año y medio, y ya se han instruido más de 400 cirujanos vasculares.
El pasado 25 de junio tuvo lugar la vigésimo cuarta edición del curso. El médico especialista destaca la evolución exponencial de los casos y comenta: "Hace tres años teníamos entre 3 y 5 casos a la semana; ahora son entre 100 y 200".