Un 7% del consumo se va en la lavadora, y un 33% en la ducha, según las investigaciones del <a href="https://www.canaldeisabelsegunda.es/es/index.html" title="Canal de Isabel II" alt="Canal de Isabel II" target="_blank">Canal de Isabel II</a>.
Durante los últimos diez años, el departamento de I+D+i del Canal de Isabel II ha desarrollado un estudio en 300 viviendas de madrileños. Aplicando técnicas de inteligencia artificial, ha controlado sus consumos de agua y conseguido datos de 15 millones de horas de consumo doméstico. El resultado es un mapa muy preciso de en qué gastan los madrileños el agua. Sus conclusiones indican que casi un 75 por ciento del total del agua que gastada se va por grifos -41 por ciento- y duchas -un 33 por ciento-.
Contrariamente a lo que en ocasiones se pensaba, las cisternas suponen solo un 10 por ciento del consumo. Poner lavadoras se lleva el 7 por ciento del total de agua consumida, y el lavavajillas, un 1 por ciento. En la media de las casas objeto del estudio, se invierte un 2 por ciento de agua en riego y un 4 por ciento se pierde por fugas internas.
La división de I+D+i del Canal de Isabel II ha desarrollado este proyecto, utilizando técnicas avanzadas de inteligencia artificial, similares a las que se utilizan en los sistemas de reconocimiento de voz o para la conducción automática de vehículos.
En este caso, con una inversión de 100.000 euros se ha conseguido recopilar datos de 35 millones de usos de aparatos. Francisco Cubillo, subdirector de I+D+i del Canal, explica que este proyecto comenzó a gestarse en 2008. Con los datos recogidos en las 300 viviendas monitorizadas en la Comunidad de Madrid, sobre un consumo total de 170 millones de litros de agua, se han podido construir unos patrones de uso que permiten planificar con la mayor eficiencia.
EVOLUCIÓN
En cada vivienda se instalaron aparatos de medición, que emitían una señal cada vez que se consumía un centilitro de agua. De este modo, a lo largo del estudio se ha podido ver "la evolución del consumo según las estaciones del año, los días de la semana, o cómo cambian las pautas en cada domicilio si se va algún miembro de la familia o se incorpora otro", explica Cubillo.
La utilidad práctica de esta experiencia estriba en que hace una radiografía del uso del agua del cliente, lo que permite "anticiparse y planificar" con más eficacia, y tomar decisiones como poner en marcha o no una nueva estación de bombeo -"porque se tiene certeza sobre lo que se va a gastar"-, "ser más eficiente en las inversiones" o estar "mejor preparado para las contingencias". Incluso es posible avisar a algún vecino si se observan "consumos raros, que pueden indicarnos una posible fuga en su domicilio".
El consumo doméstico, en todo caso, es "bastante bajo en la región: somos eficientes, las nuevas generaciones están más comprometidas" y las campañas sobre ahorro de agua parecen estar funcionando, asegura el subdirector de I+D+i del Canal.