UNO por otro es el hombre
cualquiera como Dios manda
y ese salvar las distancias
que -mala cuenta- se cantan.
Dos por uno es la evidencia
que en un dos por tres tendrás.
Dos por cuatro, buen compás.
Dos por cinco, la sorpresa
del diez redondo y total.
¡Qué divino es, por humano,
el sistema decimal!
Cero por cero es la luz.
Cero por uno, el problema
(pues con el yo creo el tú).
Cero por dos, el amor.
También cero, mas en ioh!
(¡Oh!, que es un eco de yo).
Cero por tres... ¡Atención!
Debe haber algún error,
pues cuanto más multiplico
más repito: yo, yo, yo.