Un equipo de expertos está ayudando a los ciudadanos europeos a diseñar su futuro digital dándoles control sobre su información personal. Esto contribuirá a garantizar el derecho de las personas a la privacidad, permitiéndoles a su vez compartir sus datos en aras del interés público.
El debate sobre quién es el propietario de los datos personales digitales y cómo se comparten últimamente ha saltado a los titulares a causa de los recientes sucesos protagonizados por el gigante de las redes sociales Facebook y la consultora política Cambridge Analytica. No es de extrañar, dado que la privacidad y la seguridad constan entre los principales desafíos de la economía digital.
Ahora unos investigadores están abordando esta cuestión en el marco del proyecto financiado con fondos europeos DECODE, que tiene por fin desarrollar herramientas prácticas para proteger la soberanía digital y los datos personales de las personas.
Tal como explican en un informe del proyecto reciente, DECODE se orienta hacia una economía digital centrada en los datos. En ella es donde los "datos de los ciudadanos, generados por el internet de las cosas y las redes de sensores, están disponibles para un uso común más extenso con unas medidas de protección de la privacidad adecuadas".
El informe añade que: "En consecuencia, las empresas, cooperativas, las comunidades locales y los ciudadanos podrán utilizar esos datos para desarrollar servicios basados en datos que respondan mejor a las necesidades individuales y comunitarias. Esto supone replantearse las espinosas cuestiones relacionadas con la propiedad, el control y la gestión de los datos personales desde un punto de vista económico, jurídico, normativo y técnico".
Según el sitio web del proyecto, DECODE considera tres escenarios de uso diferentes: la economía colaborativa/atención social; la detección con participación de ciudadanos; y la democracia abierta, prestando especial atención a su relación con las comunidades de usuarios en Ámsterdam y Barcelona. Ha seleccionado dos aplicaciones piloto en cada ciudad para capacitar a "los ciudadanos europeos para que sean dueños de su identidad en línea y compartan los datos de forma independiente, segura y fiable".
APLICACIONES PILOTO: ESTRATEGIA DE "CIUDAD INTELIGENTE" DE BARCELONA
Para resumir la estrategia de ciudad inteligente de Barcelona, en un reciente artículo publicado en la revista Cities Today, la coordinadora del proyecto DECODE, Francesca Bria, afirmó que el primer pilar es la transformación digital: cómo debe un Gobierno municipal trabajar con tecnología o si debería si quiera hacerlo. La señora Bria, que también es la comisionada de Tecnología e Innovación Digital del Ayuntamiento de Barcelona, señaló que el segundo pilar es la innovación digital y el apoyo a las 13 000 empresas tecnológicas de Barcelona. "Estamos creando un mercado digital abierto para que la contratación pública sea más transparente, de modo que las empresas pequeñas puedan participar y competir en igualdad de condiciones con los grandes del sector". La capacitación digital de los ciudadanos constituye el tercer pilar de la estrategia.
La señora Bria destacó que DECODE y sus colaboradores están intentando implicar a las grandes empresas tecnológicas y permitir a los ciudadanos disfrutar de servicios de, por ejemplo, transporte o alojamiento compartido entre iguales, evitando que los intermediarios sean propietarios de sus datos. Añadió que: "Estamos desarrollando una arquitectura basada en cadenas de bloques distribuidas, sobre la cual queremos aplicar una capa criptográfica que garantice la privacidad; además, estamos experimentando con la legitimación de los ciudadanos para que sean ellos los que decidan qué datos quieren compartir, con quién, de qué modo y para qué fin".
Las iniciativas de Barcelona reflejan la visión de DECODE, que considera los datos como un bien común. El sitio web del proyecto explica que esta visión implica "una democratización del tratamiento y la exposición de los datos basada en unos algoritmos transparentes y unas interfaces intuitivas para la exploración y visualización de información". Añade que las aplicaciones piloto en Ámsterdam y Barcelona "sirven para mostrar cómo se pueden gestionar los datos de forma descentralizada, además de cómo se pueden compartir y utilizar de acuerdo con un paradigma diferente al actual".
Las aplicaciones piloto en el marco del proyecto en curso, DECODE (Decentralised Citizens Owned Data Ecosystem), continuarán con la participación activa de empresarios sociales, "hackers" y fabricantes.