Partículas y antipartículas,
a un mundo
le corresponde un antimundo.
La vida es un relámpago entre la materia
y la antimateria.
Somos hombres en la vigilia
y antihombres en el sueño.
Lo positivo
surge de las tinieblas
y vuelve a ellas.
Como Sísifo,
ascendemos de la nada
y retornamos a su seno.