El inglés es la lengua más hablada del mundo. Sin embargo, apenas un tercio del total de sus hablantes son nativos, lo que sitúa a este idioma en una posición de “lingua franca” a nivel global. Esta situación es especialmente llamativa en la Unión Europea (UE), donde el inglés mantiene su estatus como lengua oficial a pesar del Brexit y es la lengua más estudiada en todas las etapas educativas. Además, el inglés es la lengua que más personas aprenden a una edad más tardía, una realidad que se produce a gran escala en algunos de los países más poblados de la UE. Este hecho, ligado a la ya demostrada mayor eficacia desde el punto de vista cognitivo para aprender un idioma extranjero cuando se es más joven, favorece la creación de una variante del inglés más simple y fácil de aprender. Esta nueva lengua, que algunos investigadores e investigadoras ya han bautizado como Euroinglés, es la lengua que sirve como vehículo entendimiento entre millones de personas con distintas lenguas maternas y en una comunidad que incorpora veinticuatro lenguas oficiales a sus tratados.

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