El centro de nuestra galaxia es enormemente denso. Allí, de hecho, se concentra el mayor número de estrellas, rodeadas por enormes nubes de polvo y gas, tan densas que no permiten el paso de la luz de los objetos que hay detrás
Justo detrás de nuestra galaxia existe una amplia zona de espacio que no podemos observar debido a que la propia Vía Láctea nos lo impide. Los astrónomos la conocen como 'zona de evitamiento' o, más sencillamente, como 'zona vacía'. Se trata de una auténtica 'región fantasma', un punto oscuro en nuestro mapa del Universo. Y un punto grande, que abarca entre el 10% y el 20% de todo el cielo nocturno.
El centro de nuestra galaxia es enormemente denso. Allí, de hecho, se concentra el mayor número de estrellas, rodeadas por enormes nubes de polvo y gas, tan densas que no permiten el paso de la luz de los objetos que hay detrás. Pero los astrónomos tienen a su disposición instrumentos que empiezan a 'ver' a través de esa muralla: los telescopios de infrarrojos. La radiación infrarroja no es visible por el ojo humano, pero es lo suficientemente poderosa como para que su brillo atraviese las espesas nubes del centro galáctico.
En este 'Materia Oscura', explicamos cómo el equipo de investigadores dirigido por Daniela Galdeano, de la Universidad Nacional de San Juan, en Argentina, ha combinado los datos de las más importantes campañas de observación en infrarrojos y ha revelado la más enorme de las estructuras vistas hasta ahora en la zona vacía.