Menos de dos semanas después de su lanzamiento, el satélite Sentinel-3B de Copernicus ya ha transmitido sus primeras imágenes de la Tierra.
Estas imágenes, que superan todas las expectativas, incluyen una puesta de sol sobre la Antártida, hielo marino en el Ártico y una vista del norte de Europa.
La primera imagen, capturada el 7 de mayo a las 10:33 GMT (12:33 CEST), muestra el paso del día a la noche sobre el mar de Weddell en la Antártida. Ese mismo día, el satélite también capturó remolinos de hielo marino más allá de las costas de Groenlandia. Otra de las imágenes de este primer conjunto ofrece una vista poco común del norte de Europa libre de nubes.
Las fotografías fueron tomadas por el instrumento para el color de la Tierra y los océanos, que presenta 21 bandas, una resolución de 300 m y una anchura de barrido de 1.270 km. El instrumento puede emplearse para monitorizar la producción biológica acuática y la contaminación en el mar, además del estado de la vegetación en tierra.
Como señala Josef Aschbacher, director de los Programas de Observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA): "Con el lanzamiento de Sentinel-3B se completa el primer conjunto de satélites de Copernicus".
"Terminamos la fase de lanzamiento y órbita temprana en tiempo récord y ahora estamos trabajando en la puesta en servicio".
REMOLINOS EN GROENLANDIA
"Estas primeras imágenes del instrumento para el color de la Tierra y los océanos ya muestran que el satélite está listo para cumplir su misión proporcionando un flujo de datos medioambientales de alta calidad para mejorar nuestras vidas, promover la economía y proteger el planeta".
Sentinel-3B fue lanzado desde Rusia el 25 de abril para unirse una vez en órbita con su gemelo Sentinel-3A. Este par de satélites aumenta la cobertura y la producción de datos para el programa medioambiental Copernicus de la Unión Europea.
Los dos satélites, que constituyen la misión insignia de Copernicus, transportan los mismos instrumentos con el fin medir sistemáticamente los océanos, la tierra, el hielo y la atmósfera de nuestro planeta.
Sobre los océanos, miden la temperatura, el color y la altura de la superficie marina, así como el grosor del hielo. Estas mediciones se utilizan, por ejemplo, para monitorizar los cambios en el clima terrestre y otras aplicaciones más prácticas, como vigilar la contaminación marina.
En tierra, esta innovadora misión monitoriza incendios, cartografía la forma en que se explota la tierra, vigila el estado de la vegetación y mide la altura de ríos y lagos.
NORTE DE EUROPA
La comisaria europea de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, Elzbieta Bienkowska, afirma que este nuevo satélite "proporcionará imágenes valiosas sobre los cambios que se están experimentando en los océanos y en tierra".
"La misión no solo agiliza nuestra respuesta ante los desastres naturales, también crea nuevas oportunidades de negocio. La observación de la Tierra es un mercado mayor de lo que podríamos creer, motor de descubrimientos en investigación, fuente de empleo de alta cualificación y promotor de aplicaciones y servicios innovadores".
Bruno Berruti, responsable del proyecto Sentinel-3 de la ESA, ha expresado su enorme satisfacción al ver las primeras imágenes, que demuestran la buena salud del satélite:
"La ESA pasará los próximos cinco meses calibrando con sumo cuidado los instrumentos y preparando el satélite para su puesta en servicio, antes de hacer la entrega a Eumetsat, que se encargará de las operaciones rutinarias". Durante la fase de puesta en servicio, los dos satélites Sentinel-3 volarán en tándem, separados por unos 30 segundos.
DESPEGUE DE SENTINEL-3B
A continuación, Sentinel-3B irá distanciando gradualmente hasta alcanzar su posición final, en la misma órbita pero con una separación de 140° respecto de Sentinel-3A.
Una vez en servicio, las operaciones satelitales se transferirán de la ESA a Eumetsat. A partir de ese momento, la ESA se ocupará de generar los productos terrestres y Eumetsat de los marinos, para su aplicación a través de los servicios de Copernicus.
Como apunta Alain Ratier, director general de Eumetsat: "La constelación Sentinel-3 constituye el eje central europeo para un sistema de vigilancia de los océanos desde el espacio".
"Estas imágenes son la primera prueba de que Sentinel-3B cumplirá su promesa de inaugurar una nueva era de oceanografía operacional y de beneficios para la seguridad, las empresas y la industria".
"Amplificarán las virtudes de la misión Sentinel-3 para la previsión oceánica y la economía azul".
Sentinel-3B es el séptimo satélite Sentinel lanzado en el marco del programa Copernicus. Cada misión transporta tecnología punta para suministrar un flujo de datos e imágenes complementarios clave para la vigilancia del medio ambiente.